Ya sólo quedan 5 días para el Domingo de Ramos... Y aquí os escribo mientras escucho marchas de Semana Santa (sí, yo soy de esas que llamamos en Sevilla "fatiguitas", es decir que no se cansan nunca de Semana Santa y nos podemos llevar todo el año escuchando marchas o viendo vídeos de procesiones jajaja).
Es por eso que hoy os traigo estas deliciosas Flores manchegas. Como ya se va acercando la Semana Grande... pues qué mejor que un dulce propio de estas fechas. Son típicas en esta época en Castilla-La Mancha (aunque creo que también en más zonas de España) y yo me enamoré de ellas desde que las vi una vez en televisión. Así que no he parado hasta encontrar el utensilio necesario para hacerlo y cuando lo encontré... qué alegría me dió. ¡Por fin podía hacer flores manchegas! jajaja.
Así que después de todo este rollo... os dejo con la receta :)
Buscando recetas para poder hacer este magnífico dulce, decidí quedarme con la receta que nos proporciona el blog de Susana, Mi querida cocinera . Echadle un vistazo porque tiene recetas muy interesantes :)
Para 10 ó 12 unidades.
Ingredientes:
1 vaso de harina (en mi caso fueron 120 gr.)
1 vaso de leche (en mi caso 200 ml.)
1 huevo.
1 pizca de sal.
Aceite de girasol (para freír).
Azúcar y canela (para rebozar).
Molde especial para hacer flores (en Málaga lo encontré en el Hipercor, pero en otras zonas indican que lo venden en ferreterías).
Elaboración:
En primer lugar dejaremos calentando el aceite con nuestro molde metido dentro.
Ponemos a calentar el aceite con el molde dentro.
Consejo:
El hecho de dejar metido el molde es para que también se caliente. Ya que si metemos el molde frío en la mezcla, luego las flores no se despegan bien.
Luego batimos en un bol la leche y el huevo. La leche mejor si está a temperatura ambiente.
Batimos el huevo y la leche.
A continuación tamizamos la harina y la agregamos a la mezcla anterior. Es entonces cuando seguimos batiendo con unas varillas. Pueden ser manuales ya que esta mezcla se queda líquida y no es trabajosa de batir.
Tamizamos la harina y la agregamos.
Así quedaría nuestra mezcla.
Consejo:
Es conveniente que volquemos la mezcla en un recipiente que sea más bien estrecho, pero en el que evidentemente nos quepa el molde de hacer las flores. ¿Por qué? Pues porque sino, no nos cubriría lo suficiente el molde y las flores no se harían bien.
Volcamos la mezcla en un recipiente.
Una vez que el aceite esté MUY caliente (si está templado no nos servirá) nos disponemos a meter el molde en la mezcla. Eso sí, nunca lo mojéis más de 2/3 porque sino la flor no se despegará cuando la metamos en el aceite.
Mojamos el molde en la mezcla, no más de 2/3.
Acto seguido y sin entretenernos metemos el molde en el aceite caliente y empezamos a moverlo. La técnica es meter el molde sin que toque el fondo, pero bien cubierto de aceite y empezar a subir y bajarlo sin sacarlo del aceite. Si lo hemos hecho bien la flor debe desprenderse por sí sola.
Metemos seguidamente en el aceite caliente.
Comenzamos a mover el molde hasta que la flor se desprenda.
Cuando se desprenda, la daremos la vuelta de forma inmediata para que se dore por el otro lado. No es conveniente dejarlas mucho tiempo porque como es una masa tan finita se hace enseguida.
Consejo:
Como veis en la foto superior, el molde aunque esté sin mezcla lo dejamos metido en el aceite mientras que se dora la flor. Esto es para que no pierda temperatura y la flor siguiente se desprenda igual de bien.
Iremos sacando las flores y poniéndolas en un plato con papel absorvente. Luego en un plato con azúcar y canela las iremos rebozando de una en una.
Rebozamos las flores con azúcar y canela.
Antes de acabar me gustaría que vierais como me salió la primera flor... Totalmente chamuscada y es que no quería desprenderse del molde y tuve que ayudarme de un tenedor para sacarla... jajaja. Claro, de todo el tiempo que estuvo en el aceite de más, se me hizo un churrusco... Os dejo con la imagen para que no os desaniméis. La receta es para unas 10 ó 12 flores y a mí me salieron bonitas unas 6 ó 7, así que... todo es cuestión de práctica jajaja. Es normal que las primeras flores que hagamos cada vez sean para desecharlas, a no ser que seamos unos máquinas jajaja.
Resultado de la primera flor que no se quería desprender.
Y ahora sí, ya tendríamos listas nuestras flores manchegas. He de decir, que era la primera vez que las hacía y probaba... y el resultado ha sido magnífico. Un dulce ligero, fácil de hacer y además resultón a la vista... Un 10 de dulce :)
Espero que os haya gustado estas flores y nos vemos en la próxima receta que se nos avecina. Seguramente con otro dulce típico de Semana Santa :) Besitos.