Como ya os comenté hace poco me he embarcado en un nuevo reto: Cocin-Arte. Me encanta la idea porque consiste en que se cocina una receta inspirada en un cuadro. Recuerdo que cuando era pequeña había un programa en televisión que se llamaba “mirar un cuadro”. Durante 20 o 30 minutos se explicaba un cuadro: la época histórica del autor, cómo le había influido la época, las corrientes artísticas, qué significaba cada elemento… qué se yo… todo encajaba y tenía un significado. No se trataba sólo de unos trazos puestos en un cuadro copiando una imagen de la naturaleza o de una escena del campo o de lo que fuese… era algo más… era un medio de reivindicación social, era un lugar donde expresar los más íntimos pensamientos… Me encantaba. Escuchaba este programa con verdadero deleite y eso que era una cría pequeña de 9 o 10 años.
La vida me ha llevado por caminos muy diferentes a los artísticos y no me veo muy artista, no tengo esa vena que aflora en determinada parte de mi familia. Haré lo que pueda en este reto porque me encanta la idea y disfruto leyendo las explicaciones de los cuadros (igual que “mirar un cuadro”). Jeje.
Este mes el cuadro es éste.
Y os cuento lo que nos ha informado María Ayala, la administradora del reto Cocin-Arte: Es un cuadro de Dante Gabriel Rossetti (1864-1868, óleo sobre lienzo, 83 x 71 cm, Se encuentra en un museo de Bornemouth, Inglaterra).
El cuadro se llama “Venus Verticordia” Además de pintor, Dante Gabriel Rossetti era poeta y a menudo, acompañaba sus cuadros de poemas escritos por él mismo. Esta es una de las obras más herméticas que pintó y el poema que la acompaña tampoco ayuda a aclarar su significado (más bien, lo complica). La combinación de elementos bíblicos y mitológicos hace que la obra sea todavía más ambigua.
La mujer representada es Venus, la diosa romana del amor, y Verticordia significa “la que hace girar a los corazones”. En principio, esta Venus haría que los corazones de los hombres escogiesen la castidad, en vez del amor sensual. Sin embargo, los símbolos que vemos en el cuadro insinúan justo lo contrario. Rossetti pinta a Venus desnuda, como diosa del amor carnal, pero al mismo tiempo le planta un halo en la cabeza, como si fuese una santa. La manzana que lleva en la mano puede interpretarse de dos formas distintas. Por un lado, como la manzana de la discordia que Paris le entregó a Venus en el primer concurso de belleza de la historia y que acabaría siendo uno de los detonantes de la guerra de Troya. Por otro lado, también puede ser la manzana que Eva le ofreció a Adán y que fue la causa de la expulsión del paraíso. En cualquiera de los dos casos, la manzana está relacionada con el deseo sexual. Las rosas y la madreselva que rodean a la diosa son símbolos de fertilidad y por tanto, del amor físico. Y la flecha de Cupido, otro tanto.
Con todo esto ¿Qué pensé para el cuadro? Me parecía importante que apareciese una manzana en el centro del plato, y algo que insinuase la sensualidad del cuadro.
La manzana la hice en forma de galette, Esta receta la tenía pendiente en mi Recopilatorio de Marzo de 2018 que la tenía pendiente desde que la ví en el blog de Eva en Pruebas.
Me pareció ideal utilizar las fresas porque, además de coincidir con el color de las rosas del cuadro y dan un clara idea de Sensualidad.
También pensé en ponerle algo de nata (crema de leche) pero al final lo puse en muy pocas fresas. Y bueno, el detalle de la mariposa no quedó muy bien, no parece una mariposa… pero ya he dicho que no soy una gran artista. La intención es lo que cuenta….jeje.
Si quieres ver lo que han preparado mis compas de reto, pincha AQUÍ. Estoy segura de que hay verdaderas obras de arte.
Ingredientes para 4 galette:
- Masa quebrada casera o comprada. Si es casera partir de 200 gramos de harina.
- 3 Manzanas reineta
- 3-4 cucharadas de azúcar moreno
- 1 cucharada de canela.
- Una cucharadita de extracto de vainilla
- El zumo de un limón.
Preparación:
- Hacemos la masa quebrada o la compramos. Pincha AQUÍ si quieres hacerla.
- Yo he preparado la masa un día antes y la he dejado en la nevera hasta el día siguiente.
- Dividimos la masa en 4 partes, para hacer 4 galettes.
Colocamos cada porción entre 2 papeles de horno y la estiramos. A mí me gusta dejar la masa quebrada muy fina.
- Marcamos con un cuenco por donde vamos a doblar
y la metemos en la nevera sin quitarle los papeles. Este proceso lo hacemos con cada porción de masa.
- Mientras se enfría la masa , vamos pelando las manzanas y las laminamos muy finas, a cuchillo, con mandolina o como mejor podamos. Pero dejándolas muy finas.
- Las ponemos en un recipiente grande y le añadimos el azúcar moreno, la canela, el extracto de vainilla y el zumo de limón.
- Mezclamos pero con cuidado de no romper las láminas y las dejamos reposar unos 15 minutos.
- Sacar una porción de masa estirada, que debe estar bien fría y debemos despegar el borde que vamos a doblar.
-Como ya he dicho esta masa no le gusta el calor ambiente o el de las manos, así que si no se despega, solo tienes que meterla en el congelador 10 minutos y ya podrás despegar el papel.
- Encendemos el horno a 180º
- Distribuimos las manzanas en círculo, como si fuera una flor.
- Cerramos el borde sobre las manzanas.
- Pintamos con agua y espolvoreamos con azúcar moreno.
- Introducimos en el horno durante unos 25-30 minutos.
La Manzana se ha quedado tostadita y muy jugosa.
- Dejamos enfriar y ¡a comer!
Mi opinión: la galette está buena. Fácil de hacer y es una forma diferente de comer fruta.
Fuente: este post proviene de Aquí se cuece jugando, donde puedes consultar el contenido original.
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