La galette de manza es una tarta de masa quebrada y manzana, simple, ¿verdad? Pues la combinacion es riquísima, pensaréis que es difícil al tener que elaborar la masa, pero ya veréis que no es nada complicada y os aseguro que os gustará un montón, será una de esas tartas que prepararéis muchas veces, ya que además de rica no es dulce en exceso, y bueno, de vez en cuando nos apetece darnos un capricho ¿A que sí?
Cómo preparar la galette de manzana:
Masa quebrada:
Cortar la mantequilla a tacos, debe estar muy fría cuando la utilicemos.
En un bol mezclar la harina tamizada con el azúcar.
Añadir la mantequilla y con las manos envolver sin amasar mucho para que la mantequilla no se abande en exceso, siplemente un poco, la textura de ser como migas gordas.
Echar el agua también muy fría, y de igual forma envolver pero sin amasar demasiado, sólo hasta que esté integrado el agua.
Envolver en film y dejar en la nevera 15 minutos.
Mientras tanto preparar el relleno.
Relleno:
Pelar y cortar la manzana a gajos con un grosor como para tarta de manzana.
Envolver la manzana con el azúcar, la canela, la maizena y el zumo de limón.
Sacar la masa cuando haya pasado el tiempo y estirar con un rodillo sobre papel de horno en redondo.
Repartir la mezcla de las manzanas, pero dejar un borde sin cubrir para luego doblar un poco, como véis en la forto.
Pintar con huevo batido y espolvorear con una mezcla de azúcar y canela en polvo a gusto.
Horno precalentado a 180º arriba y abajo / Hornear bandeja centro 25 minutos.
Y listo, se puede comer templada o fría, pero no es necesario meter en nevera.
Os aseguro que repetireis, porque es una tarta perfecta para tomar con el café, desayuno o merienda.