Para terminar la temporada del Reto Cocinarte, traigo el único cuadro que me quedaba, no he querido dejarlo pasar por que este cuadro me fascina, es la interpretación de una obra preciosa y enigmática, Venus Verticordia (1868) del artista prerrafaelista Dante Gabriel Rossetti, un poeta, ilustrador, pintor y traductor inglés.
La mujer representa a la diosa romana Venus Verticordia, la cambiadora o transformadora de corazones, que era capaz de elegir la castidad antes que el amor sensual. Pero en el cuadro, parece insinuar lo contrario, Venus aparece en su figura más habitual, desnuda como diosa del amor carnal, pero al mismo tiempo una corona con mariposas rodea su cabeza, como si fuera una santa. Venus sostiene una manzana que se relaciona con el deseo y la tentación en el paraiso. Las rosas y la madreselva que rodean a la diosa son símbolo de fertilidad y por tanto del amor físico, del mismo modo que la flecha de Cupido.
Según los estudios Rossetti comenzó la obra hacia 1864 usando como modelo a una joven cocinera muy alta, cuya belleza le impresionó cuando la encontró en la calle, pero después conoció a Alexa Wilding su modelo preferida en una veintena de obras, así, sustituyó el rostro anterior con el de Alexa, por esto no resulta muy armónico el cuerpo y el rostro.
Esta obra esta acompañada de un soneto que no voy a reproducir, os invito a buscar información sobre esta obra, su autor y la historia de la diosa Venus Verticordia en la mitología romana por que es muy curioso.
Para esta obra he preparado una tarta de queso con manzanas y cerezas, muy sencilla, que la peparamos rápidamente, y es lo que me ha inspirado esta gran obra, os paso a contar.
INGREDIENTES: 2 manzanas rojas, 150 gr de queso mascarpone, 200 ml de nata (crema de leche), 2 huevos, 100 gr de azúcar, 50 gr de maicena, esencia de vainilla, zumo de lima (o limón) 2 manzanas, cerezas a gusto, mantequilla y harina para forrar el molde.
ELABORACIÓN: En un bol ponemos los huevos y el azúcar, batimos hasta que blanqueen los huevos, añadimos la esencia de vainilla y un poco de zumo de lima, el queso mascarpone y la nata (crema de leche), batimos todo bien. Añadimos la maicena, mezclamos y lo tendremos preparado.
Pelamos la manzana y la cortamos en rodajas finitas. Las cerezas si preferimos no encontrarnos el hueso, se lo quitamos si no advierte a los invitados.
El molde de 20 cm, lo hemos untado con mantequilla y sobre ella hemos puesto un poco de maicena, para asegurarnos que luego se suelta del molde.
Vertemos la mezcla de queso en el molde, ponemos las rodajitas de manzana sobre la masa, y luego las cerezas, rociamos con azúcar y lo metemos en el horno 30 minutos a 180º.
Como la fruta se hunde en la tarta, cuando veamos que toma color, antes que se queme la superficie, que será a mitad de cocción, abrimos el horno y le ponemos un papel de aluminio cubriendo la tarta.
Dejamos hacerse y para asegurarnos que está hecha la pinchamos con un cuchillo fino, si vemos que sale mojado lo dejaremos 5 minutos más.
Sacamos del horno y se deja enfriar.
Ya me diréis si os apetece esta tarta....