Estas galletas son una réplica de las que publicó hace poco: fue verlas y enamorarme Grabó dos vídeos haciéndolas, podéis verlos aquí: y , aunque ya os aviso que cada uno dura más de una hora y hay muchos monólogos en ruso con la imagen congelada Hay cosas que he hecho de forma diferente, por ejemplo los agujeros de las galletas (ella los hace con una broca en las galletas ya decoradas) y el "carcomido" del contorno de la oblea (ella lo hace dándole pellizquitos con los dedos).
La receta no está (o no la he encontrado), así que he adaptado mi receta de galletas de jengibre, aumentando la proporción de harina y reduciendo el bicarbonato para que mantengan mejor la forma al hornearlas y aumentado el grosor a 10 mm (en lugar del habitual de 6 mm). Aquí la tenéis, para unas 12 galletas de estas:
Ingredientes:
700 g harina normal (= floja)
6 g jengibre molido
5 g canela molida
1 g clavo molido
5 g bicarbonato sódico
2 g sal
190 g mantequilla
210 g azúcar glas
1 huevo
250 g melaza de caña*
30 g vinagre blanco
* También llamada "miel de caña", la venden en herbolarios y en algunos supermercados.
Preparación:
Mezclar en un cuenco la harina, las especias, el bicarbonato y la sal. Reservar.
Poner la mantequilla y el azúcar en el robot de cocina con palas planas y mezclar a velocidad media-alta hasta que estén homogéneo.
Añadir el huevo y mezclar a velocidad media-alta hasta que esté ligero y esponjoso, aproximadamente 1 minuto.
Añadir la melaza y el vinagre y mezclar a velocidad media.
Añadir a cucharadas la mezcla de harina, mientras se bate a velocidad baja.
Estirar entre dos hojas de papel de hornear con un rodillo regulable a un grosor de 10 mm. (NOTA: para galletas normales el grosor estándar es de 6 mm).
Poner sobre una bandeja plana, envolver bien en papel de film y dejar en la nevera al menos 2 horas. Antes de hornear dejar unos minutos en el congelador para que esté bien dura al cortar las figuras.
Precalentar el horno a 180ºC. Cortar la masa con el cortador de banderín, hacer los agujeritos con una pajita, y hornear durante unos 15 minutos (NOTA: si tienen 5 mm de grosor, hornear unos 12 minutos).
Nada más sacarlas del horno, sin moverlas de la bandeja, aplastarlas con una espátula de galletas. Pasar a una rejilla y dejar enfriar totalmente antes de decorarlas.
Recién sacadas del horno, aún calientes, además de aplastarlas con la espátula de galletas, presioné con cuidado los laterales de todas ellas con la espátula en perpendicular, para reducir la "barriga" que se forma al hornear. Una vez frías las puse boca abajo para abrir bien los agujeros el palillo de plástico, que se cierran un poco por la base al hornear. Además se pueden lijar los laterales e incluso la superficie con un rallador tipo Microplane.
Podemos usar cualquiera de estos modelos, en oblea (el tipo de impresión se selecciona en el desplegable). Se recorta igual que si fuera papel o cartulina: con unas tijeras normales.
Podéis ver nuestra receta de glaseado aquí. Basta con hacer una tercera parte, dividiendo la cantidad de los ingredientes entre tres. Hay que batir hasta que esté espeso, dependerá del robot de cocina, pero para esta cantidad suelen ser entre 8 y 10 minutos Se unta con una espátula o cuchillo sobre la galleta, una capa fina, e inmediatamente se coloca encima la oblea. Se presiona bien la oblea sobre la galleta, puede ser pasando por encima una regla de plástico o poniendo encima papel de cocina y presionando con la palma de la mano. Con el glaseado aún fresco se abren los agujeros en la oblea: se puede poner la galleta boca abajo sobre la mesa, meter el palillo y aprepar para marcar la oblea y a continuación voltear la galleta y agujerear con el palillo en las marcas.
Dar con un cúter por todo el contorno de la oblea, para crear un borde irregular, como desgastado. A continuación dar con una espátula o cuchillo una capa fina de glaseado blanco en todo ese contorno.
Para el siguiente paso utilicé estas brochas de Amazon: vienen diferentes tamaños, no pierden pelos y están muy bien de precio. Primero ponemos en un cuenquito un poco de colorante alimentario blanco en polvo con un poquitín de agua, untamos el pincel y quitamos todo el exceso del pincel sobre papel de cocina, porque en la galleta hay que dar con el pincel casi seco, que suelte poca pintura: no se trata de dejarlo todo blanco, sólo clarear un poco el borde y los laterales de la galleta, y que quede desigual, como envejecido. Una vez seco (es rápido), repetimos el proceso pero esta vez añadiendo un poquitín de colorante alimentario marrón, como si fuera betún de judea, para envejecer.
Por último pasamos una cuerda rústica por los agujeros. Estas galletas son muy agradables de masticar (están blanditas por dentro) y tienen un sabor delicioso.
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