Queda poco más de un mes para que llegue la Navidad, pero me he adelantado a ella para enseñaros unas entrañables galletas que se preparan, especialmente por esas fechas, en el país donde este mes el reto Reposteras por Europa nos ha llevado de viaje virtual.
Nuria del blog 7migas dulces ha sido la encargada de elegir destino y nos ha llevado a la República Checa.
El pan de jengibre, ahora llamadas galletas, es el símbolo de la Navidad checa.
La República Checa también denominada abreviadamente Chequia, es un país soberano de Europa Central sin litoral. Limita con Alemania al oeste, con Austria al sur, con Eslovaquia al este y con Polonia al norte. Su capital y mayor ciudad es Praga. La República Checa tiene territorios de lo que antaño fueron Moravia y Bohemia y una pequeña parte de Silesia.(Wikipedia)
Cuando empecé a buscar dulces checos y vi estas galletas no miré más, siempre me han llamado la atención por lo bonitas y graciosas que son y porque el aroma y sabor del jengibre y sobre todo de la canela, me encantan!!! Y como queda poco para las fiestas navideñas, pensé que si me salían bonitas, serían un detalle para regalar a los míos.....aunque yo soy muy tradicional y me gusta lo nuestro.....un regalo es un regalo, y si se come y está bueno, mejor!!!
Desde luego que si no fuera por el blog, jamás se me hubiera pasado por la imaginación hacerlas, antes lo veía todo dificilísimo.....
Son muy sencillas de hacer como cualquier galleta, lo complicado es el adorno sobre todo para alguien como yo, que tengo muy poca gracia para escribir o adornar tartas.
La combinación de especias e ingredientes que lleva, cuando están en el horno, hacen que salga un aroma que te envolverá.
Ingredientes:
500g. de harina normal.
140g. de azúcar glass.
80g. de mantequilla a temperatura ambiente.
2 huevos.
2 cucharadas soperas de cacao en polvo.
3 cucharadas de miel, 100g.
1 cucharadita rasa de bicarbonato.
1 cucharadita de jengibre molido.
1 cucharadita de canela molida.
1/2 cucharadita de clavo molido, 4 o 5 picados.
1/2 cucharadita de nuez moscada.
1/2 cucharadita de pimienta molida.
Modo de hacerlo:Yo lo he amasado todo en la amasadora, pero sino tienes puedes hacerlo a mano que es como se ha hecho toda la vida.
Pon en el bol de la amasadora la harina, el azúcar glass, el bicarbonato y el cacao todo tamizado, pasado por un colador, añade las especias.
Mezcla con la varilla de palas planas a la mínima velocidad para que no se salga la harina.
Haz un hueco en el centro de la harina y añade los huevos, la miel y la mantequilla muy blanda, mezcla con cuidado.
Cambia la pala y pon la de amasar a velocidad mínima, cuando veas que la masa se está ligando sube la velocidad poco a poco.
Cuando veas que la masa se despega de las paredes ya estará lista, no se tiene que pegar en los dedos, la masa se queda de un color marrón oscuro.
Saca la masa del bol y ponla sobre papel film, envuélvela y guarda en la nevera unas 24 horas.
Al día siguiente, saca la masa de la nevera unas horas antes de que vayas a hacer las galletas para que se atempere.
Estira la masa con un rodillo hasta que se te quede de unos 4 o 5 mm.
Con los cortapasas que hayas elegido corta la masa tantas veces como tu quieras, los recortes que te sobren, vuelve a amasarlos y sigue cortando galletas.
Precalienta el horno a 180º.
Forra una bandeja con papel de horno y coloca las galletas sobre ella, ponlas separadas un poco porque aumentan de tamaño.
Hornea unos 10 minutos, pero depende del tamaño que le hayas dado a tus galletas, las mías como son pequeñas las he tenido 8 minutos y las he sacado.
Cuando saques la bandeja del horno, deja las galletas sin tocarlas porque salen algo blandas y se te romperían, espera unos minutos o hasta que al tocarlas notes que ya están algo más duras, entonces pásalas a una rejilla para que se terminen de enfriar.
Bate un huevo para pintar las galletas nada más salgan del horno, así se quedan con un brillo muy bonito.
Puedes darles color a las galletas añadiendo una gotita de colorante en el huevo batido, mezcla y pinta las que quieras de color, yo les he puesto colorante rojo a unas cuantas, luego deja que se seque unos minutos antes de decorarlas.
Puedes decorar las galletas con glasa, hecha con una clara de huevo y azúcar glass hasta que sea una masa algo espesa y puedas ponerla en una manga pastelera. Yo las he adornado con un lápiz pastelero blanco de Vahiné que tenía en casa.
No me han quedado perfectas, pero solo por lo sabrosas que están y el aroma que han dejado en la cocina......ha valido la pena hacerlas.
Espero que te guste.