Casi me quedo sin foto para esta receta. Mi hijo se lio a abrir todas las galletas para comerse solo el relleno de mermelada y aquí he podido salvar 4 a medias que ya ni me coincidían las mitades jejeje. En fin, es lo que tiene cocinar con los peques. Son unas pastas que yo recuerdo perfectamente de mi infancia que iban rellenas de mermelada bien espesa y quedaban blanditas. Hace mucho que quiero hacerlas de tal manera que se parezcan al máximo a las ¨autenticas¨ y después de varios intentos puedo decir que lo conseguí. Esta sería la versión básica pero pronto os pondré alguna modificación con chocolate y frutos secos. Os dejo la receta y os prometo que son facilísimas de hacer y este sabor a canela y miel tan rico que tienen las hace irresistibles.
Ingredientes:
150g de azúcar
150g de miel
100ml de agua
200ml de aceite de girasol
10g de levadura química
vainilla, canela
550-600g de harina (aproximadamente)
mermelada a gusto
Ponemos a baño maría el azúcar, la miel y el agua y removemos bien hasta que esté todo diluido. Añadimos la vainilla y la canela a gusto y a continuación la levadura química. Así conseguiremos una especie de masa muy espumosa que volcamos en otro bol y removemos bien sin parar hasta que este algo más templada. Una vez haya perdido parte de la calor añadimos el aceite y batimos bien hasta conseguir un liquido homogéneo. Por último vamos incorporando la harina hasta amasar una masa blanda que no se nos pegue. La cantidad de la harina a partir de los 450-500g es relativa según vais amasando. Envolvemos la masa en papel film y la dejamos reposar por unas horas en la nevera.
Para hacer las galletas precalentamos el horno a 170º, separamos la masa en dos o tres porciones, la estiramos (veréis que al principio cuesta manejarla por el frio pero pronto se vuelve más blanda) y cortamos en la forma deseada. Horneamos hasta que estén doradas y una vez frías untamos de mermelada y juntamos las medias. Al principio están crujientes pero lo suyo es dejarlas reposar unas 24 horas para que se ablanden absorbiendo la mermelada. Yo use mermelada de albericoque porque me encanta el contraste de muy dulce con el toque acido pero la receta original lleva una mermelada muy parecida al membrillo que hace siglos no veo ya que es muy típica de mi tierra. Se hace de este fruto que no se ni como se llama pero le hice una foto el otro día en un paseo por los Pirineos.