Chan cha cha chan!!!
LO DULCE TAMBIÉN PUEDE SER SANO!!!
OMG Es eso posible??? Pues aquí os dejo la muestra de ello. Unas deliciosas galletas hechas con salvado de avena y arándanos que podéis preparar tranquilamente el domingo y tenéis solucionados los desayunos de toda la semana.
Ingredientes
125 gr. de mantequilla sin sal
180 gr. de azúcar moreno
120 gr de harina de repostería
1 huevo
160 gr. de salvado de avena
2 cucharadas de leche
1 cdta de esencia de vainilla
1 bolsita de arándanos secos (los podéis en contrar en Mercadona sin problemas)
1/2 cdta de polvo de hornear (Royal o similares)
1/2 cdta de bicarbonato
Preparación
Batimos la mantequilla hasta que empiece a blanquear. Agregamos el azúcar y continuamos batiendo hasta que quede perfectamente incorporada.
Agregamos el huevo y batimos hasta que se integre.
Añadimos la esencia de vainilla y la leche.
Por otro lado, tamizamos la harina junto con el polvo de hornear, el bicarbonato y el salvado de avena. Aunque si os gusta notar los trozos de salvado, podéis tamizar únicamente la harina con el polvo de hornear y el bicarbonato.
Incorporamos poco a poco sin dejar de batir la mezcla de ingredientes secos a la masa anterior.
Finalmente añadimos los arándanos secos ayudándonos con una espátula para que se mezclen bien.
Con la mezcla resultante hacemos bolitas como de 2 cm de diámetro y las disponemos sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado, teniendo cuidado en dejar separación suficiente entre ellas ya que en el horneado tienden a expandirse bastante.
Horneamos a 190 grados durante 10 minutos. Cuando estén listas las sacamos a una rejilla y dejamos enfriar.
Una vez frías, si las guardáis en una lata hermética, os pueden aguantar toda la semana perfectamente, eso si no sucumbís a la tentación y os las coméis antes!!!
Espectacular el interior de las galletasOs animo a probarlas, no os vais a arrepentir!!!
Besos