Más allá de las galletas de chocolate o de las de mantequilla. existen unas galletas o pastas que se llevan la palma por lo deliciosas que están. Estas son las galletas moscovitas, una elaboración ligera de almendras y chocolate, que están deliciosas y lo mejor de todo, son muy fáciles de preparar.
La primera vez que escuché su nombre: moscovitas, pensé que su origen era ruso. No obstante, nada más lejos, estas galletas vienen de nuestra patria querida, la hermosísima Asturias, para ser más concretos, es un dulce típico de Oviedo. ¿Quién nos lo iba a decir?
INGREDIENTES:
150g de chocolate con leche.
100g de almendras cruda en pequeños trozos.
100g de azúcar.
100g de nata (crema de leche).
20g de harina.
1º. Ponemos un cazo al fuego y vertemos sobre él la nata (crema de leche). Según se vaya calentando la nata (crema de leche) vamos echando el azúcar, para que se vaya deshaciendo. Una vez comience a hervir la nata (crema de leche), retiraremos del fuego y echaremos las almendras y la harina.
2º. Removeremos bien la mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. A medida que pase el tiempo iremos comprobando como la mezcla se irá espesando y se creará como una especie de pasta de almendras muy densa.
3º. A continuación, en una bandeja de horno, previamente cubierta con papel, vamos colocando montocitos de esta pasta de almendras, bien separados unos de otros. La cantidad de estos montocitos queda un poco a nuestra elección, pero lo ideal sería el tamaño de una nuez.
4º. Luego meteros en el horno estos montoncitos durante unos 8 o 10 minutos a 170º. Tened en cuenta que las galletas se dilatarán al hornearse, por eso los montocitos tienen que estar muy bien separados. Así evitaremos que se junten. Una vez hechos estos montocitos dejaremos que se enfríen en una rejilla.
5º. Mientras se enfrían las moscovitas fundiremos el chocolate al baño María o bien en el microondas en el modo descongelar. A continuación, cogeremos cada una de las galletas e iremos pintando tan solamente una de sus caras con él. Finalmente dejaremos reposar las galletas, para que el chocolate fundido se endurezca y tengamos nuestras moscovitas listas para comer.
Como veis se trata de una elaboración muy sencilla, que data de comienzos del siglo XX y que no tiene ninguna complicación. Además, el resultado es espectacular. Y es que estas galletas moscovitas o pastas moscovitas son toda una delicatessen que no te puedes perder.