Hoy os traemos nuestra versión de uno de los postres más emblemáticos de Oviedo (con permiso de los Carbayones): ¡moscovitas! Unas galletitas planas de almendra crujiente recubiertas de chocolate… ¡Se me hace la boca agua solo de recordarlas!
Las originales, que incluso están registradas, son de la confitería Rialto. No sabemos si será la fórmula secreta o que llevan ya la friolera de 80 años haciéndolas, pero la verdad que son casi inigualables. Casi. Esta versión no sabe 100% igual (sino que se lo digan a mi abuela que intenté colársela y, al primer mordisco, me dijo: “ay, ye que como las de Rialto no las hace nadie”) pero sí muuuy parecidas y ¡buenísimas! De hecho, había comprado un bote para que estuviesen unos días como recién hechas y duraron una tarde. Literal.
Con las cantidades indicadas da para unas 50 galletas y son tan fáciles de hacer, que parece mentira lo buenas que quedan. Eso sí, llevan su tiempo porque hay que hacer varias tandas de horneado así que, ¡paciencia y manos a la obra!
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Tipo de receta: postre
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocinado:
Tiempo total:
Raciones: 50
Ingredientes...
100g de azúcar glass.
100ml de nata (crema de leche) líquida.
100g de almendra marcona.
20g de harina.
200g de chocolate de cobertura.
Con las manos en la masa...
Lo primero de todo, trituramos la almendra. Tiene que quedar en "granillo", no en polvo. Reservamos.
En un cazo, calentamos la nata (crema de leche) con el azúcar glass. Una vez hierva, añadimos la harina y la almendra, removemos hasta que espese y retiramos del fuego.
Precalentamos el horno a 180ºC. Mientras se calienta, cubrimos una bandeja de horno con papel sulfurizado y vamos colocando montoncitos de nuestra masa con una cucharita de café. Ponedlos muy espaciados porque luego se van a expander muuucho. Para que os hagáis una idea yo las horneé de 9 en 9.
Horneamos durante 10 minutos. Tened cuidado que no se os tuesten mucho porque, aunque queden más bonitas, si la almendra se chamusca quedarán amargas. Sacamos del horno y dejamos enfríar.
Derretimos el chocolate en el microondas con cuidado de que no se nos queme y, con ayuda de un pincel, vamos pintando las galletas por la parte lisa (la que estaba pegada a la bandeja de horno). Dejamos enfriar toda la noche para que el chocolate endurezca y ¡a comer!
3.2.2807