Las gambas al ajillo son una de las tapas por excelencia de nuestro país. No es de mis tapas favoritas pero estaba cansada de ver una bolsa de gambas en el congelador, así que decidí preparar estas gambas al ajillo.
Como podéis ver en las fotos, mis gambas eran más bien pequeñas. Esto no va cambiar el sabor del plato, pero quedará mucho más bonito si preparamos las gambas al ajillo con unas gambas más grandes.
Yo las hice en la olla lenta, pero se puede hacer sin ella, por supuesto. Les puse dos guindillas para 4 personas pero si os va más el picante podéis poner alguna más (¡yo soy una cobarde!)
INGREDIENTES (para 4 personas):
Gambas peladas: 500 gramos.
Aceite de oliva virgen extra: 6 cucharadas.
Guindilla: dos.
Ajo: 6 dientes.
Sal.
Valores nutricionales (por ración):
Calorías: 104.
Hidratos de carbono: 0 gramos.
Grasas: 8 gramos.
Proteínas: 9 gramos.
Precio (por ración): 1,84€.
ELABORACIÓN (tradicional):
Pelamos los dientes de ajo y los cortamos en láminas. Troceamos la guindilla.
Ponemos el aceite en una sartén con el ajo y la guindilla. Calentamos el aceite y echamos las gambas. Rehogamos a fuego vivo un par de minutos, bajamos el fuego, tapamos la sartén y dejamos que terminen de cocinarse con el fuego al mínimo.
ELABORACIÓN (Crock-Pot):
Pelamos los dientes de ajo y los cortamos en láminas. Troceamos la guindilla.
Ponemos el aceite en una sartén con el ajo y la guindilla. Calentamos el aceite y echamos las gambas. Rehogamos a fuego vivo un par de minutos.
Pasamos todo a la Crock-Pot y cocinamos una hora en temperatura baja.