La receta es hiper fácil y las hamburguesas están deliciosas. (¿Cambiamos el refrán?: "Hamburguesas de lentejas, seguro que cuando las pruebes ninguna dejas" ja, ja, ja)
Otra ventaja es que las puedes congelar y tenerlas listas para cualquier ocasión.
Al tenerlas en tu congelador tendrás comida saludable siempre lista para cuando haya prisa o pocas ganas de cocinar.
Menos idas al supermercado, menos embalajes, plásticos...
A los niños les encanta meter las manos en la masa de las hamburguesas, así que diversión, entretenimiento y buenos hábitos para los más peques.
Reducirás el consumo de aditivos que contienen muchas de las que venden (azúcares sobre todo).
¿Sigo? ¿O ya os he convencido?
Manos a la obra. Necesitas:
- Un vaso (aprox 240 gr.) de lentejas crudas (¡no las cuezas!)
- Sal, pimienta, comino, ajo y cebolla en polvo (las que te gusten)
- Pan rallado
- AOVE (aceite de oliva virgen extra)
Elaboración:
1. Pon las lentejas a remojo unas 4-horas (las rojas he leído que necesitan menos tiempo).
2. Escúrrelas y tritura en una batidora o procesador de alimentos.
3. Añade las especias a gusto, pon la "masa" en un bol y mételo en el frigo 15 min. como mínimo. (Este paso es opcional pero ayuda a que esté más compacta).
4. Para armar las hamburguesas coge un poco de la masa, un poco de pan rallado y haz una bola. Aplástala ligeramente con las manos para darle la forma. Dependiendo del tamaño pues te saldrán más o menos. A mí me salieron las que veis aquí.
5. ¡Y ya están listas para freír en un poco de aceite de oliva o congelar! Procura que el aceite no humee porque quemará las hamburguesas ni tampoco que el fuego sea muy bajo porque te quedarán aceitosas.
Aquí otra sugerencia de presentación, tipo tortillitas: