Hoy os traigo uno de los postres favoritos de mi padre. A él le encantan las natillas de vainilla, pero en helado aún más, ¿las habéis probado alguna vez?.
Sé que no es la fecha más adecuada para este postre con tanta lluvia, viento y frío como estamos teniendo estos días, pero en este día tan señalado me gustaría hacerle un pequeño homenaje a mi padre por ser tan especial como es él. ¡Felicidades papá!
INGREDIENTES:
300 ml de leche
200 ml de nata (crema de leche) para montar
1 limón
1 rama de canera
1 cucharadita de extracto de vainilla
3 cucharadas de azúcar
3 yemas de huevosMODO DE HACER:
Primero lavamos y pelamos un limón para extraer toda la piel con mucho cuidado de que no se adhiera la parte blanca a la piel ya que amargaría nuestra receta.
Una vez tengamos toda la piel de el limón, la ponemos en una olla con la leche, el azúcar y la canela, y lo dejamos cocer todo a fuego lento durante unos 10-15 min.
Pasado este tiempo, sacamos la piel del limón y la rama de canela, y añadimos la vainilla, y las tres yemas de huevo previamente batidas. Lo dejamos cocer otros 5 min a fuego medio sin dejar de remover y con cuidado de que no hierva. Apagamos y dejamos reposar.
Una vez esté un poquito frío, añadimos la nata (crema de leche), mezclamos bien y lo metemos en el congelador.
Ahora, durante 3 o 4 horas, tendremos que sacar la mezcla del congelador cada media hora y batirla para romper los cristales de hielo que se puedan formar en nuestro helado y que quede cremoso.
A partir de estas 3 o 4 horas estará listo para consumir. Lo ideal es sacarlo de congelador unos 10 min antes de consumirlo y ¡¡YA ESTÁ LISTO PARA TOMAR!!