El contraste de sabores de estos hojaldres de morcilla con queso y mermelada os va encantar. El toque de cebolla confitada le da a la morcilla un sabor delicioso, y junto al queso fundido sobre el hojaldre crujiente, hace que sea un bocado exquisito que hará las delicias de vuestros invitados.
Ingredientes (para 8-10 hojaldres):
1 lámina de hojaldre (yo he utilizado Lidl)
3 morcillas de cebolla frescas (para freír)
1/2 Taza de piñones
2 cucharadas de cebolla confitada
Queso de rulo de cabra cortado en rodajas
Mermelada de higo
Elaboración:
Abre las morcillas a lo largo con un cuchillo y retira la piel.
Pon un chorrito de aceite en la sartén y fríe la carne de las morcillas durante unos minutos.
Pasados cinco minutos aproximadamente añade los piñones y las dos cucharadas de cebolla confitada. Mezcla y deja a fuego medio un par de minutos más. Aparta del fuego y reserva.
Extiende la lámina de hojaldre sobre una bandeja de horno. Con un aro de 8 cms. corta el hojaldre haciendo porciones dejando algo de separación entre ellas. Retira el sobrante. Cortas unas tiras del sobrante y ponlas alrededor de los círculos, de esta manera crearemos unos bordes que al hornear quedarán más altos. Pincha con un tenedor el centro y pinta con huevo la parte exterior.
Rellena el centro de cada círculo con la morcilla que tenemos reservada en la sartén (escurre el aceite para que no queden demasiado grasientos).
Pon encima una rodaja de queso de rulo de cabra. Mete en el horno previamente precalentado a 200º con calor arriba y abajo y hornea hasta que estén dorados.
Una vez doraditos, sácalos del horno y decora por encima con mermelada de higo.
¡Buen provecho!