Ya os hemos contado (más de una vez, lo sabemos...) que la tarta de queso o cheesecake es nuestro postre preferido, así que se nos ocurrió hacer una versión romántica del mismo, ideal para una cena de San Valentín, ¿no os parece?
Como decía, este es uno de nuestros postres preferidos así que los que habitualmente nos seguís recordaréis que hemos preparado ya varias versiones, como el cheesecake de dulce de leche o una variante sin horno al caramelo salado.
La receta de hoy se parace más al clásico New York Cheesecake pero con alguna diferencia, vamos a ver los ingredientes para hacer este postre de San Valentín :
Cómo preparar Cheesecake de San Valentín
Para hacer esta tarta de queso necesitaremos un molde desmontable (yo he utilizado un molde de 22 cm. de diamétro para que el cheescake no quede demasiado alto y se pueda cortar bien con el cortante de galletas), al que cubriremos la base con un disco de papel de horno.
Para hacer la base, trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla blanda y con esta mezcla cubrimos el fondo del molde, apretando bien con una cuchara. Llevamos a la nevera por una media hora.
En un bol mezclamos el queso mascarpone, la nata (crema de leche), los huevos, el yogur, la ralladura de limón, el azúcar y la maicena, y batimos hasta que la crema se infle un poquito y quede bien suave. Vertemos la crema sobre la base de galletas y llevamos al horno precalentado a 180º por aprox. 30 minutos, hasta que al pinchar la tarta en el centro con un palillo éste salga limpio. Retiramos del horno y dejamos enfriar sin desmoldar. Primero a temperatura ambiente, y luego en la nevera durante un par de horas. Cuando esté bien frío podremos cortarlo facilmente, desmoldamos con cuidado y ayudandonos con un cortante de galletas en forma de corazón, hacemos las porciones individuales. Llevamos a la nevera hasta el momento de servir.
Aquí tenemos otra diferencia con el New York Cheesecake. Éste suele llevar salsa de fresas o frutos rojos y nosotros vamos a ponerle caramelo. Podéis utilizar caramelo salado (podéis volver a ver nuestra receta pinchando aquí) o si preferís un sabor más tradicional simplemente caramelo líquido, como he utilizado yo en este caso. Si tenéis problemas para hacer caramelo en esta página lo explican de maravilla.
En el momento de servir, echamos el caramelo encima de los corazones de tarta y llevamos a la mesa.
¿Qué os ha parecido nuestro cheesecake especial para el día de los enamorados? Os aseguro que es un postre increíblemente delicioso y si estáis pensando en una comida o cena especial de San Valentín, esta opción es perfecta.
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