Tenía ganas de dulce pero que no fuera muy dulce, ni tartas, ni chocolates ni similares así que, buscando algo que preparar me paré en una de mis últimas adquisiciones en cuanto a libros se refiere, cocina austriaca que me he traído de Viena.
Hasta ahora, todo lo que he probado estaba buenísimo y a este bizcocho le tenía ganas pero me daba pereza porque pensaba que era laborioso y, para nada!! Se prepara bastante rápido y es muy fácil.
Es un dulce típico, con muy pocos ingredientes y que recibe su nombre del recipiente en el que se hace, reindl que es un recipiente redondo, ni más ni menos.
El resultado fue espectacular, delicioso!! el problema, es que no le dieron tiempo ni a que se enfriara, visto y no visto!! para repetir sin duda alguna
Ingredientes
Para la masa:
- 500 gr de harina
- 20 de levadura en polvo
- 100 gr de mantequilla reblandecida
- 250 ml de leche, semi desnatada, tibia
- 1 huevo y 1 yema
- 1 cucharadita de licor de anís (la receta original lleva semilla de anís)
- condimento de pan de especias (que lo podemos preparar en casa poniendo las mismas cantidades de: anís, clavo, cilantro, nuez moscada, pimienta y canela)
Para el relleno:
- 80 gr de mantequilla (bastante derretida)
- 100 gr de azúcar
- 1 cucharada sopera de canela
- 100 gr pasas (o más, yo para la próxima le pondré 150 o 200 gr de pasas)
Preparación
Comenzamos preparando la masa de levadura y para ello, en un cuenco mezclamos 100 gr de harina, la levadura, un poco de agua y un poco de leche tibia. Mezclamos hasta formar una masa compacta. Tapamos y dejamos reposar durante 10 minutos.
Pasado este tiempo, añadimos el resto de la harina, la mezcla de especias, el azúcar, el anís, los huevos, la mantequilla y la leche.
Amasamos bien y, según veamos como va la consistencia de la masa podemos poner más harina o más leche.
Formamos una bola con la masa que tapamos y dejamos reposar en un sitio caliente hasta que la masa sea esponjosa (30 mins)
A continuación, amasamos de nuevo y colocamos la masa sobre una superficie previamente enharinada. Extendemos con un rodillo hasta que el grosos de la masa no supere, más o menos, 1 cm de espesor.
Untamos la masa extendida con la mantequilla derretida que teníamos reservada para el relleno, espolvoreamos con el azúcar y la canela y, por último con las pasas.
Enrollamos la masa, como si estuviéramos haciendo un roscón, y lo colocamos en un molde tipo corona.
Llevamos al horno, precalentado a 180º, y dejamos durante unos 60 minutos o hasta que la masa esté bien cocida.
Pasado este tiempo,retiramos del horno, desmoldamos y pintamos con un almíbar de canela...a disfrutar