Su esponjosidad y ligereza son las características que mejor definen a este delicioso bizcocho. Podemos aromatizarlo con lo que más nos guste, naranja, limón, canela o esencia de vainilla, como en mi caso.
Con una textura muy especial también se le conoce como pastel de algodón o bizcocho nube, pues por su esponjosidad recuerda a las nubes de golosina.
Ingredientes:
6 huevos
100 gr de mantequilla
100 ml de leche
100 gr de azúcar
100 gr de harina de todo uso
1 cucharadita de esencia de vainilla
azúcar glas
Preparación:
Primeramente, separamos las claras de las yemas. Derretimos la mantequilla a fuego suave junto con la leche y la vainilla (sin que llegue a hervir). Retiramos del fuego y mezclamos con las yemas hasta deshacerlas.
Tenemos la harina en un cuenco y le vertemos la mezcla anterior, removiendo muy bien, hasta que no quede ni un grumo.
Aparte montamos las claras a punto de nieve con el azúcar y le añadimos la masa anterior, mezclándola de manera envolvente y con cuidado para que no se baje.
Horneamos, en el horno previamente precalentado, a 150ºC durante unos 60 minutos al baño María. Podemos usar un molde cuadrado o redondo de unos 20 cm de diámetro.
Desmoldamos cuando esté tibio y antes de servir espolvoreamos con el azucar glas.