Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer esta salsa tan popular entre los niños de todo el mundo. Recuerdo que mi hermano pasó una temporada que todo lo comía con kétchup.
A mi también me gustaba mucho, pero no llegaba a esos extremos, aunque reconozco haber hecho mas de una guarrindongada como diría David De Jorge. Solo hace falta ir a la nevera después de salir con los amigos un sábado por la noche y ver kétchup, paté, olivas… bueno bueno bueno, voy a dejar de sacar los platos sucios para otro día…
Me ha sorprendido lo sencillísima que es de hacer. He de decir que lo había intentado hace mucho tiempo, pero el resultado no era ni de lejos un kétchup en condiciones. Pero este si, este tiene el aspecto, huele y sabe al kétchup de todo la vida. Ese que lo hueles y retrocedes a la infancia, al menos en mi caso, no se al vuestro.
Espero que lo disfrutéis!
Ingredientes
600 gr de tomate triturado
1/2 cebolla
2 ajos
2 c/s de vinagre de manzana
2 c/s de vinagre balsámico de módena
3 c/s de azúcar moreno
Laurel, clavo molido, sal, pimentón y pimienta
Preparación:
1 – Ponemos un poco de mantequilla en un cazo, y ponemos a pochar la cebolla y los ajos cortados.
2 – Una vez pochado, añadimos el tomate triturado, los vinagres, el laurel, el clavo molido, la sal, el pimentón y la pimienta. Removemos bien y dejamos cocinar unos 30 minutos a fuego medio.
3 – Pasado este tiempo, retiramos el laurel y trituramos todo muy bien.
4 – Pasamos la salsa por un colador para que quede mas fina, y lista para consumir.
Espero que os guste.
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