Como hacemos habitualmente, primero os contaremos un poco sobre el origen y la historia de la cebolla.
Es sin duda una de las primeras plantas cultivadas y se dice que su origen está en Asia, tanto la parte occidental como la central. Actualmente, es una de las hortalizas más cultivadas.
En la actualidad, los países que más cebollas producen son China y la India, con España entre los 12 primeros a nivel mundial y como primer productor de la Unión Europea.
Como sabéis, la variedad de cebollas también es amplia, y la podemos encontrar de diferentes tamaños, colores o incluso sabores, más ácidas o más dulces.
En la cocina, la cebolla es una verdura que podemos encontrar en caldos, en sabrosos sofritos, en salteados de verduras, en sopas, en ensaladas, etc. Sus posibilidades son enormes.
En cuanto a su composición, la cebolla está formada mayoritariamente por agua (90% del total), seguido de un 6% de hidratos de carbono, de los cuales casi un 2% corresponden a fibra. El resto de su composición pertenece casi en su totalidad a proteínas, ya que las grasas o lípidos sólo ocupan un 0,2% del total. Por tanto, se trata de nuevo de una verdura muy buena para controlar nuestro peso.
En la parte de minerales, destacan sobre todo el potasio (150 mg por cada 100 g) y el fósforo (40 mg por cada 100 g), el cual favorece nuestra actividad mental. Además, presenta cantidades más que aceptables de calcio y magnesio.
Si nos fijamos en las vitaminas, la cebolla destaca sobre todo por su gran aporte de vitamina C, la cual nos ayuda a prevenir resfriados entre otras cosas. Además, la vitamina B también está presente, sobre todo la B3 y B6.
Así pues, con esta composición, la cebolla es una hortaliza que nos ayuda a prevenir la osteoporosis, gracias a su alto contenido antioxidante. Actúa también muy eficazmente contra el reumatismo (disuelve el ácido úrico), mejora también el tránsito del sistema urinario, a la vez que limita las infecciones de próstata y protege el sistema cardiovascular.
Como veis, la cebolla contiene una serie de propiedades muy beneficiosas para nuestro organismo, así que conviene incluirla en nuestras recetas más habituales.