Lo que quizás no todo el mundo sepa es que desde que existen registros, cada 50 años aproximadamente, la mutación de una de estas cepas, capaz de inhibir parcialmente la detección y respuesta del sistema inmunitario, resulta especialmente peligrosa y letal entre la población humana.
Así ocurrió durante el brote de gripe asiática de 1957-58 (mutación del virus influenza A H2N2) y uno de los más recientes y conocidos que comenzó en Hong Kong en 1997 (mutación del virus influenza A H5N1), ambos asociados a pérdidas humanas y económicas catastróficas, pero incomparables a la mayor pandemia mundial de la historia humana, producida por una mutación del virus de influenza A, subtipo H1N1, conocida como gripe española o peste pulmonar de 1918-19.
Con una tasa de mortalidad de entre el 10% y el 20%, esta mutación resultó especialmente virulenta entre las tropas combatientes durante la Primera Guerra Mundial. El fallecimiento que se producía desde unas pocas horas hasta 3-4 días tras la aparición de los primeros síntomas, afectó por igual a todos los grupos de edades (especialmente a soldados, con un sistema pulmonar debilitado por la utilización de gases tóxicos durante los enfrentamientos y confinados en grandes grupos y espacios reducidos).
La ausencia de antibióticos capaces de hacer frente a las bacterias oportunistas tras la infección vírica, y el desconcierto de un cuerpo médico militar saturado de trabajo y desconocedor de los mecanismos de transmisión (que llegó a dudar por la parecida sintomatología si realmente se trataba de un virus o de un brote de peste), contribuyeron a la rápida proliferación de una infección que varios meses más tarde alcanzó a la población civil de todas las edades.
Síntomas: fiebre que alcanzaba los 41º C, seguida de cefalea y dolores musculares intensos, que derivaban en complicaciones pulmonares, cianosis (color plomizo) y muerte por asfixia.
¿De donde viene el nombre de Gripe española?
El nombre de “Gripe española”, responde a una teoría que relaciona el comienzo del brote (en un campamento militar francés) con una partida de latas de conserva españolas manipuladas por las tropas alemanas.Otras teorías consideran paciente cero a un cocinero de un centro de instrucción militar de Kansas. En cambio otros historiadores especulan que el inicio puede ser incluso anterior, en China o Francia en 1917.
Se llamó gripe española debido a la gran difusión mediática y sin censuras de la enfermedad que se hizo en España. Debido a la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial, se realizó una importante cobertura periodística de la enfermedad.
Evolución de la gripe española
En Abril de 1919, y tras acabar con la vida de entre 40 y 50 millones de personas en todo el mundo, el brote comenzó a remitir, para alivio de una sociedad ya devastada por los efectos de la guerra. Actualmente varios grupos de investigadores recaban datos y muestras de tejidos para secuenciar completamente el ADN de la letal cepa de influenza, y comprender con fines preventivos, los mecanismos que le confirieron tal virulencia.Los primeros brotes aparecieron en la primavera de 1918. Los casos de enfermedad fueron limitados y mucho más leves que los que se observarían durante las dos olas siguientes.
En septiembre de 1918, surgió la segunda ola de influenza pandémica en un campo de entrenamiento del Ejército de los EE. UU. en las afueras de Boston y en una instalación naval en esa ciudad.
Esta ola fue devastadora y llegó a su punto máximo en los EE. UU. entre septiembre y noviembre. Más de 100 000 personas murieron en los EE. UU. solamente en octubre.
La tercera y última ola comenzó a principios de 1919, duró toda la primavera y causó incluso más casos de enfermedad y muerte. Si bien fue grave, esta ola no fue tan mortal como la segunda. La pandemia de influenza finalmente amainó en el verano de 1919 en los EE. UU., después de dejar familias y comunidades diezmadas que tuvieron que superar la situación. Los científicos ahora saben que esta pandemia fue causada por el virus H1N1, que continuó circulando como un virus estacional en todo el mundo durante los 38 años siguientes.
Diferencias de la COVID-19 y la gripe española
Covid-19 es el acrónimo de Coronavirus Disease 2019, enfermedad producida por un coronavirus (cuyo nombre oficial es SARS-CoV-2)A diferencia de la actual pandemia, la mayoría de las víctimas fatales de la gripe española fueron personas entre los 20 y los 40 años, y los hombres se vieron notoriamente más afectados que las mujeres.
Un estudio reciente estima que cerca del 0,5% de la población de EE.UU. de aquel entonces murió debido a la pandemia (cerca de 550.000 personas). En cambio, India vio fallecer a 17 millones de personas en el país debido a la enfermedad.
En muchos países, no quedaban hombres jóvenes para llevar adelante el negocio familiar, dirigir las granjas, capacitarse para profesiones y oficios, casarse y criar hijos para reemplazar a esos millones que habían muerto. La falta de trabajadores causada por la gripe y la guerra le dio a las mujeres el acceso al mercado laboral.
Los paralelismos entre ambas pandemias son muy claros: se dijo desde el principio en ambas enfermedades, que iba a ser un costipado sin importancia y no iba a llegar más allá, sin embargo, en ambos casos, los sistemas sanitarios se saturaron.
Las medidas tomadas hace un siglo fueron similares a las actuales, desinfección, cierres de espacios públicos, escuelas y fronteras. Los historiadores han descubierto que las multas por no llevar mascarilla durante la gripe española ascendían a 100 dolares.
Tanto en 1918 como ahora, se comprendió que las multitudes eran el mayor foco de contagio. Se produjeron confinamientos y se aplicaron medidas preventivas imponiendo algunos cordones sanitarios, profundizando en el seguimiento de medidas higiénicas y promoviendo cuarentenas para los sospechosos.
Cuarentenas y aislamiento social
La historia del aislamiento social de comienzos del siglo XX es una historia de dos ciudades: en septiembre de 1918, distintas localidades de EE.UU. organizaron desfiles para promover los bonos de guerra, cuyas ventas ayudarían en la financiación del conflicto que aún no había terminado por completo.Dos de estas ciudades tomaron medidas diametralmente distintas respecto al desfile una vez se conocieron los primeros casos de la enfermedad. Mientras que Filadelfia decidió seguir adelante con el evento, San Luis optó por cancelarlo.
Un mes después, más de 10.000 personas habían muerto de gripe en la primera. Mientras que en San Luis, el número total se mantuvo por debajo de 700.
La disparidad en las estadísticas se convirtió un caso de estudio que concluyó que la distancia social es una estrategia eficaz para frenar las epidemias.
Un análisis de las intervenciones que se hicieron en varias ciudades durante 1918 mostró que aquellos municipios que habían prohibido reuniones masivas y habían cerrado teatros, escuelas e iglesias tuvieron un menor número de muertes.
Además, un equipo de economistas de EE.UU. llegó a la conclusión de que las ciudades que tomaron las medidas más estrictas fueron las que luego tuvieron una recuperación económica más rápida.
¿Cuando se acabara la pandemia actual, COVID-19?
Ahora, estamos viviendo un caso similar con la COVID-19, pero los medios con los que contamos son muy diferentes que los que se tenía a principios del siglo XX. Disponemos de antibióticos y medicinas con las que no se contaba hace muchos años. El avance en la medicina ha sido de una magnitud sin precedentes especialmente en la segunda mitad del siglo XX.Si fuimos capaces de seguir adelante al principio del siglo XX ¿no vamos a poder ser capaces de ganar la batalla en el siglo XXI? ¿Por qué no echamos la vista atrás y estudiamos cómo se salió de dicha pandemia?
Estamos viviendo una segunda oleada y seguramente vendrá una tercera, una cuarta, etc., hasta que acabe como un virus estacional, pero lo que sí está en nuestras manos es evitar excesivas muertes, manteniendo la distancia social, utilizando la mascarilla, desinfectando zonas de uso público y lavándonos las manos.
Hay que concienciar a los más jóvenes para que salgan con las medidas adecuadas y la única forma de concienciarlos es utilizando todos la mascarilla, de esta manera evitaremos que el sistema sanitario viva otro colapso, situación que provocaría cientos de muertes evitables.
Acabar con esta pandemia depende de todos y cada uno de nosotros como sociedad unida, navegando en la misma dirección. En caso contrario se avecina una catástrofe social y económica similar a la de hace 100 años, lo que significaría que no hemos aprendido nada.
Y tú, ¿cuándo piensas que se acabará esta pandemia? Déjanos un comentario.