Para mi siempre han sido un misterio las previsiones del tiempo. Estás viendo la tele y dicen que en Valencia estamos, por ejemplo, a 32º y tu asomas la cabeza por la ventana, a riesgo de que se te escape el aire acondicionado de la casa y ves en el termómetro que tienes en el balcón, que marca 42º y te preguntas de donde sacarán esos datos. Sigues viendo "El Tiempo" y dicen que el calor nos ha dado una tregua, pero que el sábado volverán a subir las temperaturas.
-¡¡Más!!
-¡¿Volverán a subir?!!!
-Pero... ¿Cúando han bajado?
Sí, ya sé que la alegría va por barrios, y que mientras en algunas zonas tienen fresquito y llueve en otras nos achicharramos de calor.
Bueno... Pues en mi barrio nos achicharramos y nos escondemos en casa hasta bien pasadas las ocho de la tarde y muchos dormimos con el aire acondicionado en marcha o no dormimos. Y así tres meses al año.
Y claro os imaginaréis que con estas calores no me apetece mucho encender el horno. Reconozco que en ocasiones tengo mono, pero preparo un helado o unos vasitos, una tarta de queso con gelatina... y se me pasa. O esta tarta que tiene un look clásico de tarta de cumpleaños, la clásica tarta de galletas de cuando eramos pequeños, para la que no hay que encender el horno y lo más importante, está buenísima.
Ingredientes para un molde rectangular de 18 X 25 aproximadamente
(para 6-8 raciones)
Un caja de galletas cuadradas o rectangulares de 700 g.
Para la mousse de chocolate
200 gr de chocolate de cobertura (70% cacao)
50 gr de mantequilla
25 gr de azúcar
3 huevos (claras y yemas por separado)
100 ml de nata (crema de leche) 35% M.G para montar
Para remojar las galletas
400 ml de leche
Anís estrellado
2 c/s colmadas de azúcar
2 c/s de ron negro
1 c/s rasa de café soluble
c/s (cucharada sopera)
Para la cobertura espejo
35 ml de agua
120 g de azúcar
3 hojas de gelatina
35 g de cacao puro en polvo (tipo Valor)
70 ml de nata (crema de leche) 35 % MGElaboración
Mousse de chocolate
Fundir el chocolate junto con la mantequilla en el microondas o al baño maría.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante 10 minutos.
Incorporar las hojas de gelatina al chocolate caliente, mezclar bien y dejar enfriar, aunque no debe volverse sólido.
En recipiente aparte, montar las yemas junto con el azúcar.
Por otro lado montar las claras a punto de nieve.
Montar la nata (crema de leche) sin azúcar.
Mezclar el chocolate con las yemas.
Incorporar la nata montada (crema de leche) suavemente y con movimientos envolventes.
Por último mezclaremos las claras.
Reservar en el frigorífico.
Para la cobertura espejo.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Calentar el azúcar junto con el agua.
Incorporar el cacao y mezclar bien hasta que esté bien deshecho y sin grumos.
Añadir las hojas de gelatina y mezclar.
Incorporar la nata (crema de leche), mezclar y reservar tapado con un film que pondremos en contacto directo con la mezcla (a piel).
Reservar toda la noche en la nevera para que las burbujas de aire suban a la superficie.
Montaje de la tarta.
Preparar la mezcla donde bañaremos las galletas.
Calentar dos deditos de leche en el micro y diluir el café soluble y el azúcar e infusionar un anís estrellado.
Colar y añadir el resto de leche y el ron (si lo van a tomar niños podéis prescindir de él).
Forrar un molde rectangular con film.
Mojar las galletas en la leche preparada y vamos cubriendo el fondo del molde.
Poner sobre las galletas una capa de mousse de chocolate.
Seguimos repitiendo las dos operaciones anteriores hasta que terminemos la mousse o el molde esté lleno. Alisar bien la última capa y tapar con film.
Reservar en el frigorífico toda la noche para que se asienten bien los sabores y coja cuerpo.
Cobertura con chocolate.
Damos la vuelta a la tarta sobre una rejilla.
Retiramos el film.
Calentamos ligeramente la cobertura de chocolate hasta que esté fluida.
Cubrimos la tarta con la cobertura de forma que todos los lados queden bien cubiertos de chocolate.
Dejamos enfriar en el frigorífico hasta que vayamos a servirla.
Soy consciente de que la tarta clásica de galletas se suele rellenar con un flan (del de sobre) y en el mejor de los casos, una crema pastelera de chocolate bien espesita. Soy consciente también de que nos trae muy buenos recuerdos pero os aseguro que esta tarta con mousse de chocolate ¡ES LA BOMBA! Dicho en el mejor sentido, y la cobertura espejo de chocolate es muy bonita y muy muy rica.
Si queréis una tarta más dulce podéis usar chocolate de cobertura al 52% en vez de 70%. Yo la he probado de las dos formas y me gusta más al 70% pero es cuestión de gustos.
Las galletas pueden ser a vuestro gusto, os aconsejo probar un poco primero porque algunas se empapan enseguida y se rompen o se deshacen y otras no, influye mucho la temperatura de la leche.
Podría hablar durante horas de lo rica que está pero hace demasiado calor...
Este fin de semana comienzo a trabajar de nuevo y estoy en una cuenta atrás de lo más angustiosa que no me permite disfrutar de lo que me queda de las vacaciones. Ains!!! Vuelvo pronto...
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