Aquí está ya nuestra quinta receta del Reto Nazarí que nos propone Restaurante Ruta del Veleta. He de confesaros que me ha dado algunos quebraderos de cabeza estas manzanitas y es que no sabía cómo hacerlas. Si bien en el plato de la alboronia me vino la inspiración y tuve claro cómo la quería, en éste no ha sido tan fácil. Creo que es porque no me pegaba rellenar unas manzanas de algo salado y a mi cabeza sólo le venían ideas dulces: que si granola, que si caramelo, que si requesón y miel, ¡ummm! ... ¡Vamos, ya os digo que me ha costado!
Como siempre nuestra receta viene unida a una historia maravillosa que nos une la gastronomía con la leyenda y el saber. Una forma muy original de trasladar nuestros pensamientos gastronómicos a otros tiempos y lugares y encontrar la belleza escondida tras las recetas.
Cuenta la leyenda, que un beduino llamado Harith vivía desde siempre en el desierto. Se desplazaba de un sitio a otro con su mujer Nafisa. Hierba seca para su camello, insectos, de vez en cuando un puñado de dátiles, un poco de leche: una vida dura y amenazada.
Sólo bebía el agua salobre que encontraba en los pozos enfangados.
Un día apareció un nuevo río en la arena. Harith probó aquella agua desconocida, que era amarga y salada, e incluso un poco turbia, pero le pareció que el agua del verdadero paraíso acababa de deslizarse por su garganta.
Llenó dos botas de piel de cabra, una para él y otra para el califa Harun al-Rasid, y se puso en camino hacia Granada. A su llegada, tras un penoso viaje, le contó su historia a los guardias, según la práctiuca establecida, y fue admitido ante el califa.
Harith se postró ante el Comendador de los Creyentes y le dijo:
- No soy más que un pobre beduino, ligado al desierto donde el destino me ha hecho nacer. No conozco nada más que el desierto, pero lo conozco bien. Conozco todas las aguas que allí se pueden encontrar. Por eso, he decidido traértela para que la pruebes.
Harun al-Rasid se hizo traer un cubilete y probó el agua del río amargo. Toda la corte lo observaba. Bebió un buen trago y su rostro no expresó ningún sentimiento. Se quedó pensativo un instante y entonces, con fuerza repentina pidió que el hombre fuera llevad y encerrado, con la orden estricta de que no viese a nadie.
El beduino, sorprendido y decepcionado, fue encerrado en una celda. También ordenó que no se le sirviera el más prestigioso manjar de la corte, que por cortesía se servía a todos los presos.
- Lo que nada es para nosotros lo es todo para él. Lo que para él es agua del Paraíso no es más que una desagradable bebida para nosotros. Pero tenemos que pensar en la felicidad de ese hombre - dijo el califa a las personas de su entorno, curiosos por su decisión.
Al caer la noche, hizo llamar al beduino.Dio la orden a sus guardias de que lo acompañasen de inmediato fuera de la ciudad, hasta la entrada del desierto, sin permitirle ver el río, ni ninguna de las fuentes de la ciudad, sin darle otra agua que la suya para beber.
Cuando el beduino se iba del palacio en la oscuridad de la noche, vio por última vez al calia. Éste le dio mil monedas de oro y le dijo:
- Te doy las gracias. Te nombro guardián del agua del Paraíso. La administrarás en mi nombre. Vigílala y protégela. Que todos los viajeros sepan que te he nombrado para tal puesto.
El beduino, feliz, besó la mano del califa y regresó rápidamente a su desierto.
El plato que jamás probó Harith fue "Las Manzanas Árabes Rellenas" y esta es la receta:
Ingredientes:
12 manzanas ácido-dulce
90 grs de guisantes.
1 cebolla picada.
3cucharadas de mantequilla.
500gr de ternera picada.
1 cucharita de canela.
Sal.
4 cucharaditas de vinagre de vino.
3 cucharadas de azúcar.
Elaboración:
Cortar en forma de tapadera la parte superior de la manzana y el tallo. Extraer la pulpa de las manzanas, dejando la piel con un grosor de medio centímetro. Cocinar los guisantes en agua sin sal hasta que estén tiernos. Freír la cebolla en dos cucharadas de mantequilla hasta conseguir dorarla, añadimos la carne hasta que se dore y después añadimos los guisantes (sin agua), la canela y condimentamos.
Acto seguido retiramos las tapas de las manzanas y las rellenamos de la mezcla, introducimos las manzanas en el horno durante 15 minutos a 160 grados.
Por otro lado ponemos el vinagre, la mantequilla restante, el azúcar y 4 cucharadas de agua en un cazo y ponemos a hervir.
Una vez hervido retiramos las manzanas del horno abrimos las tapas y rociamos el interior con la
mezcla del vinagre y el azúcar, cerramos las tapas y volvemos a introducir en el horno, 10 minutos a 150 grados.
Como ya os he dicho, este plato me ha dado que pensar pero al final creo que he conseguido lo que pretendía, un plato completo y nada pesado, que nos puede gustar para estos días de verano que hace tanta calor. Por eso, lo he acompañado con una ensalada de higos de temporada y es que están tan ricos que acompañan a todo. Esta ensalada me gustó mucho la primera vez que la probé. El sabor dulce de los higos acompaña perfectamente a las lechugas y con la vinagreta queda genial. Espero que os guste.
MANZANAS ÁRABES RELLENAS DE POLLO CON NUECES Y ARÁNDANOS Y ENSALADA DE HIGOS DE TEMPORADA CON MOZZARELLA
Ingredientes:
De las manzanas rellenas:
2 manzanas grandes tipo Braeburn
100 gr. pechuga de pollo
1/4 taza zanahoria
1/8 taza arándanos rojos desecados
1/4 taza nueces
1 cda. miel
1/6 taza zumo de naranja
1/2 taza vino blanco
15 gr. mantequilla + un poquito para poner en cada manzana
15 gr. AOVE
1 limón
Canela molida y cardamomo molido
Sal y nuez moscada
1 naranja y 1 limón
Decoración:
2 Hojas pasta brick
De la ensalada de higos:
4 higos frescos maduros
Mezcla de lechugas o brotes tiernos
8 bolitas de mozarella o queso fresco
8 tomatitos cherry
Pipas de calabaza
Vinagre balsámico
AOVE
Sal
Pimienta recién molida
Preparación:
De las manzanas:
Cortamos las manzanas a la mitad. Quitamos el tallo y extraemos la pulpa dejando la piel con un grosor de medio centímetro o un poco más. Le untamos la miel.
De la parte de la tapadera, hacemos una rodaja finita que servirá para hacer nuestra milhojas de manzana. Reservamos. (Para que la manzana no se ennegrezca, podemos untarle a las rodajas con un poco de limón.)
Picamos la zanahoria en trocitos muy pequeños.
En una cazuela, añadimos la mantequilla y el aceite y sofreímos la zanahoria, la pulpa de las manzanas, las nueces picadas y los arándanos. Cuando esté medio hecho, le añadimos el pollo, que habremos cortado en trocitos pequeños.
Echamos a nuestro pollo el zumo de naranja y 1/4 taza de vino y dejamos que se reduzca un poco, para eliminar el alcohol, y que se haga un poco el pollo. No demasiado porque luego terminará de hacerse en el horno.
Sazonamos con sal y nuez moscada.
Dentro de cada manzana, ponemos un trocito de mantequilla y rellenamos con el pollo.
Ponemos un cuadradito que habremos cortado de la pasta brick y que habremos frito anteriormente en abundante aceite. Volvemos a poner un poco de relleno y tapamos con una de las láminas de manzana. Ponemos otro poco de relleno y terminamos con la tapa de la manzana.
Las ponemos dentro de una bandeja para horno o cazuela de barro y en el fondo echamos la otra mitad de vino, unas rodajas de limón, unas rodajas de naranja, la canela y el cardamomo molidos.
Cubrimos con aluminio y horneamos en horno precalentado a 180ºC durante 30-35 minutos. (Ya sabéis que cada horno es un mundo). Mientras se hacen nuestras manzanas, podemos ir preparando la ensalada, aunque la aliñemos justo antes de servirla.
De la ensalada:
Lavamos las lechugas y las centrifugamos si es posible, o las escurrimos y secamos muy, muy bien.
Lavamos los tomatitos cherry y los partimos a la mitad.
Cortamos las bolitas de mozzarella a la mitad, pelamos los higos y los cortamos en laminitas.
Mezclamos las lechugas con el aceite, el vinagre, la sal y la pimienta. Movemos bien y emplatamos.
Sobre la cama de lechugas, ponemos el queso, los higos, las pipas y rociamos con más vinagre balsámico.
Una vez montado el plato, hacemos nuestras rosas de manzana. Con un cuchillo bien afilado o con una mandolina, cortamos láminas de manzanas muy finas. Las metemos en el microondas durante 1 minuto o hasta que estén lo suficientemente blandas para que se puedan doblar sin romperse. Vamos poniendo láminas en la tapa de manzana para que se nos quede como una rosa. (Las mías quedaron un poco gorditas porque ni tenía mandolina ni un buen cuchillo pero quedaron bastante bien).
La receta de las manzanas es una adaptación de Rústtica , un blog que he conocido hace poco y que tiene unas recetas geniales. La receta original lleva coliflor en vez de pollo, lo cual tiene que resultar una delicia.
La receta de la ensalada de higos es de Food and Cook, que ella hace con queso Villalón y que está también muy buena.
Estas manzanas que he utilizado, variedad Braebrun, son unas manzanas entre ácidas y dulces. Son ideales para hornear y para ensaladas. La verdad es que han dado muy buen resultado porque el plato no era dulce en absoluto, sino que combinaba muy bien con el pollo y los demás frutos secos.
Las nueces pecanas han sido todo un descubrimiento. Tenía ganas de hacer algo con ellas y he visto aquí la oportunidad. Tienen un sabor muy fino y suave, mejor que el de las nueces normales y con los arándanos rojos desecados hacen una combinación perfecta. Me ha encantado el relleno y seguro que a vosotros si lo hacéis también.
Os espero pronto con otra deliciosa receta.