Estos riesgos se agravan con la llegada del calor: en el huevo se puede desarrollar la temida salmonella que puede causarnos intoxicaciones bastante graves.
Hasta hace poco, yo no solía prepara la mayonesa en casa: solo la tomaba yo y sobraba mucha. Un par de días después, terminaba en la basura. Ahora me ayuda la cachorrita pequeña, fan incondicional de cualquier "guarrería" comestible, pero es verdad que aún así, solo para dos personas, puede sobrar mucha salsa y es una pena tirarla.
Vale, pues la solución con la llegada del calor es la llamada lactonesa: se trata de una salsa parecida a la mayonesa pero que sustituye el huevo por leche, con lo que su conservación mejora notablemente.
Como lleva aceite emulsionado, igual que la mayonesa tradicional, su textura es prácticamente igual que la de aquella. El sabor varía algo porque no es lo mismo un huevo que un poco de leche, claro, pero si la aromatizamos con alguna especia o alguna hierba, tendremos una salsa igual de cremosa y con un sabor muy original.
En esta ocasión, he usado ajo negro que me envío Planeta Huerto para que lo probara.
El ajo negro es una modernez de esas que a mí me gustan tanto. Sabe algo diferente al ajo normal, tiene un gusto como a regaliz, ligeramente dulce, es perfecto para tomar en crudo.
Se trata de ajo "normal", en este caso morado de Las Pedroñeras I.G.P. (Indicación Geográfica Protegida) que se madura de forma controlada, en determinadas condiciones de humedad y temperatura durante un tiempo prolongado. Como resultado, el diente de ajo va adquiriendo tonalidades oscuras hasta convertirse en un ajo completamente negro; de ahí, su nombre.
Parece que sus propiedades antioxidantes son mucho mayores que las del ajo fresco. En cualquier caso, el sabor es muy rico, totalmente distinto al del ajo fresco, por lo que le da a nuestras salsas, e incluso a los sofritos, un toque diferente.
Receta de lactonesa de ajo negro
1 vaso de aceite de oliva suave
1/2 vaso de leche (puede ser desanatada, si es la que usas habitualmente)
el zumo de un limón
1 diente de ajo negro
1/2 cucharadita de sal*Atención: para que la mayonesa no se corte es conveniente que todos los ingredientes, incluido el huevo, estén a temperatura ambiente: procura sacarlo del frigorífico un rato antes de prepararla.
Ponemos, en el vaso de la batidora, todos los ingredientes, salvo el ajo.
Con la batidora a media velocidad, comenzamos a mezclarlos sin mover esta, manteniéndola fija apoyada en el vaso, hasta que veamos que el aceite comienza a emulsionar. En ese momento, comenzamos a levantar el brazo de la batidora suavemente para que los ingredientes se integren bien.
Cuando esté casi a punto, añadimos el diente de ajo negro pelado y continuamos batiendo solo hasta que esté totalmente integrado.
Ya veréis el sabor tan rico y el toque tan especial que el ajo negro le da a vuestros platos. Además, en concreto para las salsas y en todos aquellos platos en los que se usa en crudo, es mucho más conveniente que el ajo fresco puesto que no repite. Probad y me contáis.