Y por aquí seguimos de comilonas, jajaja…
Este fin de semana ha sido completito, cena el viernes, comida que acabó también con cena el sábado y comida el domingo.
Un no parar vaya.
De comer y de disfrutar en buena compañía con amigos.
Las pizzas de mi maestro pizzero favorito (qué por cierto ha modificado esta fantástica receta de masa de pizza y está aún más espectacular, pronto os digo el nuevo truqui) se han convertido en un habitual ya en las reuniones.
Pero como no sólo de pizzas vive el hombre, aunque por ganas no sería, vamos probando nuevas recetas ricas y diferentes con las que agasajar a vuestros invitados.
Hoy os traigo unos lagostinos fritos y muy crujientitos que os hacen de un entrante espectacular.
Y para un picoteo o brunch perfectos y cómodos para ir tomando de pie.
Quedan buenísimos, sabrosos, crujientes, a los peques les encantan y además receta para celíacos e intolerancias y alergias a los lácteos.
Ingredientes:
Dos docenas de langostinos (podemos usar también gambón)
Sal y pimienta
100 g maíz frito
100 g de almendras crudas peladas
100 g de sésamo tostado
Harina de garbanzo
2 huevos
AOVE (Aceite de oliva virgen extra)
Elaboración:
Pelamos los langostinos dejando la cola.
Salpimentamos.
Trituramos el maíz y las almendras, no muy triturado, que quede irregular y con trocitos, y lo mezclamos con el sésamo.
Batimos los huevos.
Pasamos los langostinos primero por la harina de garbanzo, luego por el huevo y por último, por el picado que hemos preparado, con las manos fijamos el rebozado al langostino para que nos quede bien pegado y no se nos caiga al freir.
Freimos en un sartén con abundante aceite de oliva caliente.
Retiramos sobre un plato con papel de cocina para que absorva el exceso de aceite, servimos y ¡a disfrutar!.