Ahora que estamos en pleno agosto muchos de nosotros estamos disfrutando de unas merecidas vacaciones y esto significa, descansar, relajarse y reunirse con la familia y amigos alrededor de la mesa.
No hay mejor época del año para hacer una parrillada, ya que todos pueden participar en ella, desde los más pequeños de la casa, organizando los ingredientes, hasta los más mayores preparando el fuego. En definitiva, es una gran opción para pasar un buen rato al aire libre.
Hoy os proponemos una variedad saludable y muy veraniega: la parrillada de verduras. Se pueden preparar las verduras a la parrilla como acompañamiento de otro ingrediente principal, como carne o pescado, o dejar que sean ellas las principales protagonistas del plato.
Para que la parrillada de verduras quede simplemente espectacular os proponemos varias salsas para acompañarla y que se convierta en el plato estrella de la reunión.
Salsa de mostaza
La salsa de mostaza es la salsa más versátil para la parrillada de verduras ya que se adapta a cualquier verdura y acentúa el sabor. Si tuviéramos que decidir cuál es la mejor mostaza sin duda nos decantamos por la mostaza Dijon, tanto por la calidad de sus ingredientes y su sabor inconfundible. Os recomendamos que siempre tengáis un bote en casa ya que no hace falta que la mezcléis con otros ingredientes, ¡esta salsa de mostaza es increíble por sí sola!
Vinagreta de mostaza
Otra salsa fantástica y muy fácil de preparar además de muy versátil para cualquier plato, es la vinagreta de mostaza. Pica en dados pequeños un tomate y una cebolleta y mézclalo en un bol. A continuación, añade un par de cucharadas de mostaza de Dijon, un chorro de vinagre de módena y otro chorro más generoso de aceite de oliva. Mézclalo todo bien hasta que quede como si fuera una crema.
Guárdala en la nevera hasta el momento de su consumo. Esta salsa te permite añadirle sal directamente en el plato, te recomendamos que la pruebes de ambas formas.
Salsa Romesco
La salsa romesco no podía faltar en nuestro listado. ¿Sabías que es una salsa típica catalana? Es una salsa que acompaña muy bien a las verduras y a los pescados. Es de fácil elaboración, pero lleva tiempo ya que tendrás que prepararla el día antes, por lo que si no dispones de mucho tiempo, es mejor que la compres preparada del supermercado. Sus ingredientes principales son las avellanas y las almendras mezclados con tomate y tiene un toque ligeramente picante, ¡perfecta para nuestra parrillada de verduras!
Salsa Chimichurri
La salsa chimichurri no puede faltar en ninguna parrillada. Esta salsa de origen latinoamericano es perfecta para combinar con los platos de carne y también de verduras. La salsa chimichurri se prepara en muy poco tiempo. Dora en una sartén tomillo, orégano, comino, guindilla cayena triturada y añade un poco de aceite. Pica cuatro dientes de ajos mientras. En un mortero añade las especias calientes junto al pimentón y perejil picado y mézclalo todo. Cuando esté todo incorporado, añade aceite, vinagre y sal. Pasa toda la mezcla a un bol y añade los ajos crudos previamente picados. ¡Ya tienes la salsa de chimichurri lista para consumir!
Salsa Tzatziki
Esta salsa de origen griego es muy fácil de preparar ya que además solemos tener en casa todos los ingredientes. Es perfecta para la parrillada de verduras porque es muy fresca ya que su ingrediente principal es el yogurt. Primero pelamos un pepino, lo lavamos y lo rallamos muy fino para que quede como una pasta, para posteriormente dejarlo escurrir para que suelte el agua. Mientras, en un cuenco mezcla 2 yogures griegos, aceite, un diente de ajo picado, zumo de medio limón, menta picada, sal y pimienta. Añade el pepino y mézclalo todo bien. ¡Esta salsa, cuanto más fría esté mucho mejor, ya que creará un contraste con la parrillada de verduras!
Salsa Holandesa
La salsa holandesa combina perfectamente con las verduras y con los pescados. Aunque es una salsa de dificultad media, merece la pena intentarlo porque el resultado es simplemente increíble. Lo primero es clarificar la mantequilla. Pon 300 g de mantequilla en un cazo y caliéntalo a fuego bajo para que no llegue a 60º. Espera sin remover unos 20 minutos a que la grasa de la mantequilla se separe del suero. Con un cazo coge la grasa, que será lo que necesitamos para hacer la salsa holandesa. Por otro lado, reduce 1 cucharada sopera de agua y 2 cucharadas de vino blanco cociéndolo. Coge dos yemas de huevo y ponlas en un bol con la reducción del agua y vino una vez que esté frío además de una cucharada de zumo de limón. Bate las yemas colocando el bol al baño María, todo a una temperatura de 55º hasta conseguir que quede espumoso. Añade poco a poco la mantequilla clarificada a temperatura templada sin dejar de batir para que emulsione. Por último añade sal y pimienta al gusto.
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