Bueno, hoy es domingo, excepcionalmente os traigo una receta.Veréis que esta vez no tenéis paso a paso, I"m sorry, pero no era mi intención publicarla. Lo que ha pasado es que al poner la fotografía en facebook algunas seguidoras me han pedido la receta, y cómo me gusta mimaros (en la medida de mis posibilidades) pues aquí la tenéis.
Vamos a por ella, que ya veréis que no es nada complicada (un poco laboriosa si).
En primer lugar el bizcocho, a petición de la homenajeada (mi hermana para más detalles) era un red velvet, aunque yo no le pongo colorante rojo y por lo tanto lo convierto en un brown velvet.
La receta del brown velvet la tenéis AQUÍ.Veréis que la receta es para un molde de 15 cm de diámetro, yo siempre utilizo esta base y para moldes más grandes o más pequeños utilizo un programa de última generación, una hoja de excel, jejeje, y con unas simples reglas de tres tendréis las medidas para moldes diferentes. Lo siento pero para hacer respostería se necesita un mínimo de conocimiento matemático.
En esta ocasión he utilizado un molde de 20 cm, con lo cual todos los ingredientes que os pongo son para esta medida. Tened en cuenta que yo utilizo molde altos de 10 cm, si los tenéis bajos la tendréis que hacer en dos partes. A mi particularmente me gusta hacer las layer cakes de una sola pieza pues después queda mucho más jugosa, pero para gustos los colores.
Yo siempre hago el bizcocho como mínimo un día antes, cuando está frío lo envuelvo en papel film y lo llevo al congelador, lo saco el mismo día que lo voy a usar y lo dejo descongelar en la nevera. De esta forma al dividir las capas el bizcocho no se rompe y resulta mucho más sencillo.
En este caso he hecho las capas finas y he recortado 4 (así tiene mucho más relleno y queda mucho más jugosa). Es un bizcocho tan jugoso que no necesita absolutamente nada de almíbar, con la cheese cream queda espectacular.
Recordad siempre de poner un palillo cuando recortemos las capas (yo lo hago simplemente con un cuchillo de sierra) para luego, al volver a colocarlas, quede lo más nivelado posible.
Para la cheese cream necesitaremos:
200 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
300 gr de azúcar glas tamizado.
300 gr de queso crema frío de la nevera.Yo utilizo la amasadora, pero se puede hacer perfectamente con unas varillas eléctricas, A mano lo veo un poco complicado (a no ser que tengáis un entrenamiento previo que no veas). Es básico batir durante mucho mucho rato para que quede el azúcar lo más inapreciable posible.
Empezamos batiendo bien la mantequilla hasta que tenga una textura bien cremosa. En este punto añadimos el azúcar glas y volvemos a batir (tened cuidado y empezar batiendo poco a poco si no el azúcar se repartirá por absolutamente toda la cocina) hasta que quede totalmente incorporada (cuanto más rato mejor).
Ahora solo nos queda añadir el queso crema (escurrid todo el líquido que pueda traer) recién sacado de la nevera y mezclarlo únicamente hasta que se incorpore. No sobre batir pues calentaremos el queso y la textura no será la adecuada.
Ahora ya podemos ir rellenando todos los pisos, montamos la tarta y la guardamos en la nevera.
Ya nos queda menos.
Vamos a preparar la ganache.
Los ingredientes para la ganache de chocolate blanco son:
360 gr de chocolate blanco.
120 gr de nata (crema de leche) para montar (más de 35% de materia grasa).Para hacer la ganache ponemos en un bol el chocolate partido en trozos (lo más pequeño que podamos, incluso los podemos picar ligeramente con la picadora, no picarlo mucho pues si no calentaremos la grasa del chocolate y no quedará bien). La nata (crema de leche) la ponemos en una cazuela y la llevamos a ebullición, justo cuando empieza a hervir la retiramos y la ponemos en el bol donde teníamos el chocolate. Lo dejamos un minuto sin tocar y seguidamente empezamos a mezclarlo hasta que veamos que está completamente incorporado y tiene un color brillante, la dejamos reposar.
La ganache también es conveniente hacerla con antelación, pues necesita un tiempo de reposo. Lo ideal es hacerla de un día para otro y dejar reposar. Si lo hacéis así le tenéis que dar un golpe de calor con el microondas (pero muy muy poquito, lo justo para poder trabajarla, no ha de estar caliente).
Ahora ya podemos empezar a cubrir la tarta, le daremos tres capas de ganache alrededor de la tarta y en la superficie. Entre capa y capa la dejaremos reposar unos 15 minutos en la nevera para que endurezca.
Primero pondremos en ganache en los laterales y posteriormente haremos la parte superior con un poco más de ganache y los restos superiores de los laterales, procuraremos dejarla lo más lisa posible. Podéis alisarla un poco más con un cuchillo caliente.
La última capa (la tercera) no la haremos lisa en los laterales. Le ponemos la ganache con una espátula pequeña de abajo hacia arriba, así irán saliendo los surcos.
Para decorar yo he utilizado unas fresas partidas por la mitad sin quitarles la parte verde que le da un toque muy bonito. Las ponemos tras la última capa enseguida para que quede adherida en la ganache.
Ya la podemos guardar en nevera hasta 1 hora antes de que nos la vayamos a comer.
Siempre hay que sacar la tarta antes para que la podamos comer a temperatura ambiente que es como está más rica y más jugosa.
Y ya la tenemos lista, os aseguro que aunque da mucho trabajo es absolutamente deliciosa.
Pues esto es todo, os espero el martes que os traigo una nueva receta rica rica que no os podéis perder.
Si queréis conocer todo lo que pasa en mi cocina, y más podéis seguirme a través de las redes sociales:
Allí veréis las recetas y mucho más.
Un beso enorme a todas/os.