He visto un montón de recetas diferentes, con cantidades distintas de almendras y agua, y al final he decidido hacer la mía propia. Basándome en que la cantidad de almendras recomendada es de 12 frutos al día, y queriendo minimizar las calorías de un vaso de leche de almendras (250 ml. aproximadamente, que equivalen a poco más de 35 calorías porque no comemos el fruto entero, la pulpa la descartamos) sin que la textura quedara demasiado acuosa, la cosa ha quedado así para un producto super básico:
Ingredientes para un litro:
50 - 55 almendras crudas. Peladas o con piel (yo las uso con piel)
1 litro de agua (preferentemente mineral, pero si el agua del lugar donde vivís es potable podéis usar la del grifo).
Antes de comenzar, asegúrate que tienes en la cocina un recipiente para poner a remojar las almendras unas horas, un colador (de tela o metal, pero para colar muy fino), una jarra medidora, una buena batidora de brazo o de vaso y una botella o recipiente donde conservar la leche en caso de no ser consumida inmediatamente.
Preparación:
Pon en remojo las almendras un mínimo de 8 horas y un máximo de 12 para activarlas.
Una vez hecho esto, enjuágalas bien, colócalas en el vaso de la batidora y cúbrelas con la mitad del agua que vayas a utilizar.
Bátelas bien, hasta que queden sólo granulitos de almendra y el agua se haya coloreado totalmente de blanco.
Añade la otra mitad del agua y bate bien para mezclarlo todo.
Cuela poco a poco la mezcla para quitar los gránulos de almendra. Pero ojo, no los tires. Puedes utilizarlo para hacer galletas, queso de almendras, bizcochos, etc. Puedes conservar la pulpa (que no es más que almendra molida) en un táper en la nevera varios días. Y si lo tuestas, te durará mucho más en seco.
Añade edulcorante al resultado: Stevia, azúcar, miel, sirope de agave, aspartamo, ciclamato, etc. Yo lo añado una vez que he servido la leche en un vaso, no suelo hacerlo en la botella; pero si tú prefieres endulzar la preparación por completo, puedes hacerlo.Contraindicaciones:
Las almendras son un alimento bociógeno, lo que significa que contienen productos químicos que pueden dañar la tiroides. Los alimentos bociógenos, causan que la tiroides se expanda, y cuando se consume en gran nivel, bloquean la ingesta de yodo. Mientras que los alimentos bociógenos pueden ser perjudiciales cuando se consumen en grandes cantidades, son al mismo tiempo sanos y beneficiosos para el sistema inmunológico humano.
La leche de almendras contiene niveles de toxinas bociogénicos producidas a partir de las almendras y debe ser evitado por las personas con riesgo de baja función tiroidea. Para las personas que tienen una función saludable de la tiroides, el consumo de una cantidad moderada de leche de almendras todos los días, no tendrá efectos negativos en la tiroides
Sin embargo, los efectos generadores de bocio son negados por la cocción o el vapor de luz. La mayoría de la leche de almendra se produce cruda, y se puede calentar para evitar cualquier efecto bociogénico potencial.