Jacobo Morcillo, comisario de policía y letrista aficionado, viajaba en 1946 en tren a Galicia. A través de la ventanilla del vagón de tercera y ya en tierras gallegas vio un hermoso ejemplar vacuno. De repente le llegó la inspiración y se apresuró a escribir en un simple papel: “Tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera. Me da leche merengada. !Ay! Qué vaca tan salada. Tolón, tolón. Tolón, tolón”. Un exitazo. Seguro que los más veteranos recordaréis su melodía, obra del músico Fernando García Morcillo, pariente del anterior. Jacobo murió en octubre de 2004 habiendo escrito cantidad de letras de anuncios.
En mi infancia no tenía ni idea de qué era la leche merengada pero ahora el “tolón, tolón” me viene siempre a la memoria cuando debo decidir si tomar una horchata, una leche preparada o una leche merengada. Difícil elección porque todas estas bebidas me encantan. Hoy he optado por la merengada. Se distingue de la leche preparada porque la merengada lleva entre sus ingredientes claras de huevo y porque parte de la bebida está parcialmente helada con una textura similar a la de la nieve. Ni que decir tiene que la leche merengada hay que tomársela muy fría. Pero si la queréis mucho más fría, el paso siguiente es tomarla como helado de leche merengada.
RECETA
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INGREDIENTES
500 ml de leche entera
La piel de un limón (sin la parte blanca)
30 g de azúcar
1 rama de canela
2 claras de huevo
Canela molida
20 g de azúcar glass
Una pizca de sal
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PREPARACIÓN
En un cazo poner la leche, los 30 g de azúcar, la rama de canela y la piel de limón. Poner al fuego y cuando rompa a hervir retirar y tapar. Dejar infusionando durante media hora.
Colar, dejar enfriar y meter en la nevera.
Media hora antes de preparar el merengue meter la leche en el congelador.
Con unas varillas montar las claras a punto de nieve. Echar una pizca de sal y empezar a batir cuando empiecen a estar firmes añadir el azúcar y seguir batiendo hasta que estén bien firmes (estarán a punto cuando demos la vuelta al bol y no caigan).
Sacar la leche del congelador e ir añadiendo las claras poco a poco con movimientos envolventes hasta integrarlas bien.
Servir en copas y espolvorear canela por encima.
La cantidad de azúcar es orientativa, a nosotros nos gusta poco dulce pero si sois muy golosos podéis añadir un poco más.