Dudaba si prepararle una receta de alguna tapita del bar, unas patatas mironas o un rosconcito de Reyes, que tanto le gustan, pero como ahora se está poniendo más fino, creo que es buena idea prepararle unas lentejitas de mamá, un plato que adora :) Formas de hacer las lentejas hay miles (tantas como madres), y todas están para chuparse los dedos. Esta vez ha sido Susana (siemple ofelta) la que se ha encargado de cocinar y describir el proceso de la elaboración de unas buenas lentejas, así que sin más preámbulos, dejo que ella os cuente cómo prepararlas, vamos a ello!
DIFICULTAD: Fácil.
TIEMPO DE PREPARACIÓN: 50 minutos.
INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS:
- Ocho puñados de lentejas (dos por persona).
- Dos patatas pequeñas.
- Un cuarto de cebolla.
- Un diente de ajo.
- Un trocito de pimiento verde/rojo
- Harina.
- Pimentón dulce.
- Media guindilla.
- Laurel, sal.
- Aceite.
- Una zanahoria (opcional).
PREPARACIÓN:
Para empezar este plato tan típico de nuestras madres y abuelas en los días de invierno, lo primero que debemos preparar es el rehogado. Picamos la cebolla en trozos muy pequeños y las patatas en trozos que quepan de sobra en una cucharada. Echamos un chorrito de aceite en una olla exprés y lo vamos pochando a fuego lento. Mientras tanto, picamos un diente de ajo en trozos muy pequeñitos, media guindilla (pimienta cayena), un poquito de pimiento verde o rojo troceado y, si nos gusta, también una zanahoria, y lo añadimos al fuego.
Mientras tanto, en una sartén pequeña vamos sofriendo la harina y el pimentón. Sobre un chorrito de aceite bien caliente echamos una cucharada de harina y lo removemos bien con un cubierto de palo para que se fría sin que se pegue ni se hagan grumos. En cuanto tengamos la harina lista añadimos un cuarto de cucharada de pimentón dulce y removemos del mismo modo. Si no os gusta demasiado el picor de la cayena, podemos añadir la mitad de pimentón dulce y la mitad de pimentón picante para que tenga ese toquecillo que tan rico le queda a las lentejas. Si preferís que no pique nada en absoluto, no añadimos ni guindilla ni pimentón picante.
Vertemos el rehogado sobre la olla y removemos. Añadimos también las lentejas al sofrito y las mantenemos a fuego lento un par de minutos. De esta manera cogerán todo el sabor del condimento. Ya por último añadimos una hojita de laurel y una cucharada plana de sal. Lo cubrimos todo con agua, de tal manera que el agua quede un par de dedos por encima de las lentejas. Tapamos la olla, lo ponemos a fuego fuerte y en cuanto rompa a hervir, bajamos el fuego y lo dejamos entre 25 minutos y media hora (según lo rápida que sea nuestra olla exprés).
En cuanto termine la cocción, abrimos la olla y servimos bien calentitas. Como veis, es una receta muy sencillita y nutritiva y entra genial en los días crudos de invierno! De cualquier manera, ya sabéis lo que pasa con las lentejas, que si las quieres las comes y si no, las dejas! Que aproveche!
Ya para terminar, un pequeño regalito para Diego: una fotografía de los dos a carboncillo, que sé que le encantan... I love you so much, mai fren!
Ya sabéis, si os gusta la receta o tenéis alguna sugerencia, dejadme un comentario. Gracias! ;)