Hoy os traigo una receta que le cogí prestada a Noelia, del blog La Cucharina Mágica, que tiene unas recetas riquísimas y unas fotos que da gusto mirar. Ya os lo recomendaré algún sábado con más detalle.
Es una receta de las de tomarse con tiempo, porque tiene que estar macerando 3 meses mínimo!
La búsqueda de este licor fue por mi madre, a la que le encanta el licor de café y probó uno que le encantó cuando estuvo en Pontevedra con mi padre. Tanto le gustó que le pregunté sobre el asunto al Sr. Google y me llevó a varios blogs, y el que más me convenció fue el que os he dicho.
El resultado genial, tiene un sabor muy especial. Aunque salió un poco fuertecillo para nuestro gusto, así que lo rebajamos con un poquito de agua. Pero esto ya es una vez hecho, sobre la marcha y según vuestras preferencias.
Aquí va la receta:
Ingredientes: Para 1 litro de licor (a mi la verdad es que me salió más cantidad)
2 litros de aguardiente blanco
320g de café en grano (puede ser descafeinado, y a mi me costó una barbaridad de moler, así que igual a la próxima lo compro ya molido o me compro un molinillo más bueno jajaja)
2 cañas de canela
El zumo de 1/2 naranja
La corteza de 1 limón
1 kg de azúcar blanco
6 onzas de chocolate negro (a trozos)
200 ml de agua
Al lío:
Poner en un cazo el agua con el azúcar y hervimos 10 minutos revolviendo para que se haga almíbar.
Se muelen los granos de café (después se va a colar, por lo que no es necesario que quede perfecto).
En una garrafa de agua (u otro recipiente donde quepa) ponemos todos los ingredientes.
Dejamos en un lugar fresco y sin luz durante 10 días, agitando cada día para que se mezcle.
A los 10 días colamos el licor, primero con un colador de alambre fino, y después con un colador de tela (colar bien bien, porque a mi después me costó volver a colar a los 3 meses).
Ponemos el licor en una botella y cerramos herméticamente.
Esperamos impacientemente 3 meses (si es más, mejor).
Se sirve muy frío y es adictivo ;)
Sé que os puede plantar cara porque es un procedimiento muy largo, pero es que cuando os dais cuenta ya tenéis un licor suuuuper rico en y hecho con vuestras manos.
Besos de café