Fácil. Muy, pero que muy, fácil.
Si buscas, encontraras cientos de variantes; pero todas buscan lo mismo.
Unos limones que podremos utilizar en muchos platos y que darán un aroma maravillosos.
Ojo no te cortes con el cuchillo, o te toques los ojitos con los dedos manchados de sal. Es lo único que puede generarte algún problema en esta receta.
Recuérdala. Es muy sencilla y seguro que a partir de hoy, la repites muchas veces.
Vamos con ella.
Ingredientes:
"N" limones
El zumo de 1 limón (Por cada 5-6 limones)
Sal
Agua
1 bote grande de cristal
Lavamos muy bien los limones y buscamos un bote grandote que nos permita preparar varios limones.
Cortamos, los "polos".
Damos dos cortes a cada uno de los limones, sin llegar a partirlos del todo y rellenamos con sal. (Una cucharada de sal en cada corte)
(Hay quien plante un corte de Norte a Sur, y otro cruzado, de Sur a Norte)
Introducimos los limones en el bote, añadimos una cucharada más de sal por cada limón introducido.
Rellenamos con el zumo de limón y agua, hasta cubrirlos.
Cerramos el bote y reservamos en un lugar fresco. (No en la nevera).
Pasados 30 días, hacemos una revisión.
Olor, textura. Puedes ir haciendo revisiones cada 7 días, hasta que estén a tu gusto.
Ahora, si, ¡a la nevera!
Pronto estarán disponibles algunas recetas donde podrás utilizar este ingrediente. Te encantará.