Mikel Arriola, el chef detrás de Biko, restaurante que se ha ubicado por varios años en distintas listas de los mejores restaurantes del mundo y de México, creó a la par este concepto también ubicado en Polanco. Junto con Gerard Bellver crearon el menú, con la intención de apelar a un público más joven pero no menos sofisticado que el de Biko, en un espacio ligeramente más casual y de ambiente familiar.
A la cabeza de la cocina esta el chef Diego Montoya, quién fue anteriormente parte del equipo de Biko durante tres años. Diego nació en México pero creció en Querétaro, y siempre supo que su vocación era la cocina. Regresó a la ciudad de México para estudiar, y tras comenzar en la escuela se dió cuenta que el aprendizaje era mucho mayor en las prácticas e incluso hasta en los programas de cocina como Junior chef. Así que puso manos a la masa, y ahora, a sus 27 años está a cargo de la cocina de LUR.
El espacio refleja la intención del menú: sentirse como en casa pero sin dejar de lado la atención al detalle, la técnica, y la experiencia. Dividido en un gran salón y una terraza “secreta”, es un restaurante ideal tanto para disfrutar en familia o para una comida tête a tête. Colores cálidos, madera, y muchos acentos orgánicos reflejan también el nombre del restaurante: LUR significa tierra en euskera, la lengua del país vasco.
La propuesta gastronómica es casi para todos los gustos. “Cocina casera profesionalizada”, o como si tu abuelita cocinera fuera a la escuela de cocina. Esta sensación se encuentra en todos los platillos: desde el pollito rock cornish que probamos, al horno, en su jugo, con verduras asadas, hasta el aguachile de callo media luna, con una salsa que lo lleva un poquito más allá: jicama, manzana y pepino son parte de la colorida preparación. Para el chef Diego, los favoritos son el salpicón de pulpo o los garbanzos con acelgas y pork belly, ambos excelentes representantes del comfort food.
Los postres, claro, no pueden faltar en una cocina de propuesta casera. Como bien dicen por ahí, los postres son amor, y no hay mejor forma de cerrar una buena comida que con un platillo dulce: leche frita con helado, centros de dona, arroz con leche… a más de uno estos postres inspirados en la infancia nos traen grandes recuerdos, y por tanto son el broche de oro de la comida.
La coctelería es también un básico de Lur. La misma creatividad de las tres mentes detrás del menú llega hasta la barra, junto con las aportaciones del bartender. Martinis de citronella, carajillos de la olla, aguas frescas con “piquete” y una excelente carta de vinos garantizan un maridaje ideal para cada uno de los platillos.
Lur cumplió apenas un año, y con los tres chefs detrás de la cocina, Mikel, el apasionado, Gerarrd, el componente más calculador, y Diego, ejecutando ambas partes en cocina, estoy segura que seguirá evolucionando para colocarse como un referente de la alta cocina de confort, si es que ese nombre existe. Y si no, ¡pues bien se lo ha ganado!
Toma nota:
Lur
Av. Presidente Masaryk 86, Polanco, CDMX
Sitio web: restaurantelur.com
Tel: 52 5545-6802
Instagram: @restaurantelur
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