Cuando era niña me encantaban las matemáticas y sobre todo las ecuaciones por lo de simplificar, quitar las x de arriba y de abajo hasta que te daba el resultado. O estaba bien o no lo estaba, ahí no había interpretaciones posibles. Por eso con la gente es mucho más fácil hablar para evitar malentendidos que perder el tiempo suponiendo lo que piensan los demás... yo pregunto, salgo de dudas y a otra cosa butterfly.
Te habrás dado cuenta que lo de simplificar también lo hago en la cocina. Si algo se puede hacer más fácil, me interesa!
Y así llegamos a la receta de hoy que se hace toda en la misma cazuela, no sólo por simplificar sino porque así los macarrones tienen un sabor que no se conseguiría de la manera tradicional (salsa por un lado y pasta por otro). Esto es un todo incluido.
¿Quieres verlo?
Ingredientes (3 personas):
- 1 cebolla
- 200 gr. de champiñones
- 250 gr. de carne picada (ternera y cerdo)
- 750 ml. de caldo de pollo o carne
- 1 sobrecito de azafrán
- 250 gr. de macarrones
- sal, pimienta negra y aceite de oliva
Elaboración:
1. En una cazuela un poco honda, pochamos la cebolla y los champiñones picados en un poquito de aceite de oliva.
2. Cuando esté bastante pochado añadimos la carne picada y sazonamos con sal y pimienta si te gusta.
3. Sofreímos la carne y cuando pierda el aspecto de cruda le añadimos el sobre de azafrán.
4. Ahora añadimos el caldo (yo le puse de pollo) y dejamos que empiece a hervir.
5. Ya estamos terminando, sólo falta meter los macarrones y dejar que se hagan dentro del caldo.
Con las medidas que he puesto de caldo y pasta, los macarrones pueden quedar un poco caldosos al terminar la cocción. Sólo tienes que retirar la cazuela del fuego y dejarla unos minutos reposar para que la pasta absorba el resto de caldo.
¿A que mola?