Una de las principales causas del exceso de peso es comer fuera de casa o pedir la comida a domicilio. Es lógico porque no prestamos atención a las calorías ni a las grasas (obvio porque no lo hemos cocinado nosotros). Los platos de pasta suelen ser contundentes y mucho más los que te sirven en un restaurante, pero la mala fama de la pasta no está en la pasta en sí, sino en las salsas que lleva.
Otra de las causas del sobrepeso, mucho más habitual, suele ser el tamaño de las raciones, porque todos tendemos a comer más cantidad de la necesaria y llenamos el plato como si no fuéramos a comer nunca más.
Esta receta en principio puede parecer demasiado pesada, pero si tienes la precaución de medir las cantidades de aceite y no pasarte, y te sirves una ración moderada, es un plato que no es demasiado calórico y te puedes dar el gusto sin sentirte culpable. Y también puedes utilizar quesos light y así reducir todavía más las calorías.
Quizás lo único que no tengas en casa es leche desnatada en polvo. Yo la utilizo desde hace muchos años porque la desnatada de brick no me gusta. Ésta para mí tiene mejor sabor, es muy cómoda porque haces sólo la cantidad que necesitas y no se estropea en la nevera. Pero viene en envases grandes, lata o paquetes, así que no merece la pena comprarla para hacer una receta si no tienes costumbre de tomarla. Puedes cambiar la mezcla de leche y caldo por algún sobre de crema de pollo sin problemas.
Ingredientes (3 personas):
- 250 gr. de carne picada (yo usé sólo ternera)
- 1 cebolla
- 1 latita pequeña de pimientos morrones (suele tener uno)
- 4 cucharadas de leche desnatada en polvo
- 250 ml. de caldo de pollo o carne
- 150 gr. de queso rallado emmental
- 100 gr. de queso rallado mozzarella
- 300 gr. de macarrones o cualquier pasta corta.
- sal y aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1. Pochamos la cebolla picada en una sartén con un poco de aceite de oliva. Un par de cucharadas es suficiente.
2. Incorporamos la carne y sazonamos con sal (y pimienta opcional)
3. Añadimos los pimientos también muy picaditos y removemos todo bien.
4. En un bol o tazón calentamos un poco el caldo sin que llegue a hervir para poder disolver la leche en polvo sin grumos, y lo añadimos a la cazuela.
5. Incorporamos el queso emmental y removemos para que se integre bien y el queso se haya derretido. Dejamos hacer a fuego medio-bajo unos minutos y retiramos del fuego hasta que la pasta esté hervida.
6. Mezclamos la salsa con los macarrones y colocamos en una fuente que pueda ir al horno. Cubrimos con la mozzarella y gratinamos en el horno unos minutos.
¡Que tengáis una buena semana!