Es un postre fresquito, ideal para mantener la línea, o para poner la guinda a una comida copiosa. Y aún encima es barato, muchas veces la preparo aprovechando la fruta que se me va quedando madura en casa.
En cuanto la operación bikini empieza a asomar por el horizonte primaveral, yo empiezo a sufrir, porque me cuesta prescindir del postre. Sin embargo, con esta macedonia no tengo que prescindir de nada... Le pongo lo que tenga en casa, hoy os pongo los ingredientes que le puse, pero no hay cantidades... Idle poniendo a vuestro gusto, melocotón en almíbar, plátano (este lo suelo añadir justo antes de servir, porque suele ponerse blandito y oscuro), pera, melón, sandía... Lo que tengáis, y lo que os guste.
Además, para gustos, a veces, como hoy, lo sirvo con un poquito de yogur griego sin azucarar (me encanta el puntito ácido, que contrasta con el dulce de la fruta), es delicioso, casi casi como ponerle nata montada (crema de leche), pero claro, mucho más sano... Es más, como postre es ideal, pero ¿qué me decís de prepararla el día anterior y servirla para el desayuno? ¡¡Genial!!
En invierno, primavera, verano u otoño, cada estación tiene su macedonia... ¿No os está apeteciendo una?
Macedonia de frutas
Ingredientes:
el zumo de 2 naranjas.
el zumo de 1 limón.
una lata pequeña de piña en su jugo (225 g).
fresas
uvas
granada
manzana
kiwi
1 cucharada de sirope de agave (o miel)
yogur griego (opcional)
1. Poner en un bol el zumo de naranja, de limón, y el jugo que viene en la lata de la piña. Añadirle el sirope de agave o la miel.
2. Trocear las frutas e introducirlas en el zumo, sin demorarnos demasiado, para que no se ennegrezcan.
3. Dejar reposar al menos un par de horas, para darle tiempo a que se mezclen los sabores.
4. Servir acompañado del propio jugo de la macedonia, o más escurrido, con un par de cucharadas de yogur griego.