¿Cuántas veces has intentado hacer magdalenas en casa y te han salido más planas que una tabla? A mi casi siempre hasta hace poco y por eso les tenía bastante manía. Siempre he dicho que jamás seré una buena repostera porque a mi me va más lo de cocinar a salto de mata y eso con lo salado te lo puedes permitir. Si me falta un ingrediente o no me gusta, lo sustituyo por otro y a correr y pocas veces sale mal porque la cocina es intuición principalmente, excepto en la repostería.
No se puede hacer nada sin tener a mano la báscula, sin tener en cuenta el orden de los ingredientes, la temperatura del horno y mil cosas más. Y cuando no sale como te lo habías imaginado te entran las dudas: me he equivocado con la harina, el horno no estaba caliente... yo que sé, la cosa es que acabas rezando para que después del tomate que has organizado en la cocina, el resultado se parezca minimamente a lo que tendría que salir.
Si a tí también te ha pasado lo de las magdalenas planas, ojalá te ayude esta receta. En cuanto a los ingredientes, como en todo, hay muchas recetas diferentes para hacer la misma magdalena. La mía no lleva mantequilla, es algo que procuro evitar en la mayoría de mis recetas siempre que sea posible, pero los demás son los de siempre, huevos, azúcar, harina y un poco de leche. Lo verdaderamente importante para que tengan ese bonito copete que marca la diferencia entre una magdalena perfecta y una chafada, es la nevera. Una vez que hayas preparado la masa, déjala enfriar en la nevera una hora. La diferencia de temperatura con el horno ya caliente es lo que hará que la levadura se anime a subir como toca. Fácil, no? Pues hala, toma nota y a partir de ahí, a hacerlas de todos los sabores.
Ingredientes (24 magdalenas):
- 3 huevos tamaño M
- 200 gr. de azúcar blanco
- 180 ml. de aceite de oliva suave (0,4 acidez)
- 250 ml. de leche (yo semidesnatada)
- la ralladura de un limón
- 350 gr. de harina
- 1 sobre de levadura (polvo de hornear) 15 gr.
- 1 cucharadita de agua de azahar o una gotas de esencia de vainilla (opcional)
Elaboración:
1. Batir los huevos con el azúcar. Con varillas se hace en un momento aunque no se trata de montar los huevos, así que puedes hacerlo con una varilla manual siempre que batas enérgicamente.
2. Agregar el aceite y seguir batiendo.
3. Añadir la leche, la ralladura de limón y el agua de azahar o vainilla (o nada porque esto es opcional).
4. Mezclar la levadura con la harina y tamizar poco a poco mientras se va removiendo, esta vez con una cuchara, lengua, etc, hasta incorporarla toda.
5. Ahora mete esta masa en la nevera por lo menos una hora.
6. Enciende el horno a 220ºC con calor arriba y abajo cuando falten unos diez minutitos para que se cumpla la hora de refrigeración.
7. Una vez pasado el tiempo mete las cápsulas en un molde de magdalenas y llénalos las dos terceras partes, nunca los llenes del todo o tendrás un desastre asegurado cuando suban.
8. Mete el molde en el horno y baja la temperatura a 200ºC. Verás como en pocos minutos empiezan a subir que da gusto verlas, y cuenta aproximadamente 15 minutos hasta que tengan un bonito color dorado. Si tus moldes son más grandes o más pequeños porque quieres hacerlas minis pues te costará unos minutos más o menos.
Con estas cantidades te saldrán dos bandejas, y si solo tienes un molde deja el resto de la masa en la nevera mientras se hace la primera tanda.
Una vez sacadas del horno déjalas enfriar encima de una rejilla y luego guárdalas en una caja metálica para que se conserven tiernas unos cuantos días, si no desaparecen antes.
¡Que las disfrutes!
¡¡Nos vemos la semana próxima!!
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