Los lunes no tienen por qué ser tan malos! Vamos a hacer más llevadero este inicio de semana con una cena irresistible para grandes y pequeños: pizza casera.
Hoy os voy a dar el truco para conseguir una masa perfecta que no querreis dejar de preparar.
Lo primero, los ingredientes (para 4 pizzas medianas):
200 g de agua templada.
50 gr de aceite de oliva.
1 sobre de levadura de panadería deshidratada.
400 gr de harina
1 cucharadita de postre de sal.
En un bol grande mezclaremos el agua templada con el aceite y la levadura. Después añadiremos la harina tamizando la con un colador y la sal. Amasaremos esta mezcla aproximadamente durante 1 minuto, formaremos una bola y la taparemos con film transparente.
Ahora debemos tener tener paciencia y dejarla reposar 2 horas para que doble su volumen.
Cuando esto haya ocurrido dividiremos la masa en 4 partes, formando 4 bolitas.
Con un rodillo, sobre una superficie enharinada, daremos forma a nuestras pizzas y las colocaremos en una bandeja de hornear. Yo utilizo unas especiales para pizzas, con el tamaño perfecto.
Ahora viene la parte importante para que nuestra masa sea la envidia de todas las pizzas. Con un tenedor, pincharemos por varios sitios la base y la hornearemos 2 o 3 minutos a 180° (en el horno previamente precalentado). Efectivamente la vamos a hornear antes de ponerle los ingredientes, ya veréis el resultado!
Cuando nuestra masa tenga burbujas y se haya dorado ligeramente, la sacaremos y le pondremos los ingredientes que más nos gusten. La hornearemos unos 5 minutos más (hasta que este a nuestro gusto) y listo!
*Si no tenéis previsto comer 4 pizzas, podéis congelar las bolitas antes de hornarlas. Cuando queráis consumirlas sólo tendréis que esperar a que se descongelen y seguir con los pasos.