Esta semana he tenido tiempo y he decidido preparar unos tarros de tomate frito. Me encanta hacer bastante cantidad, envasarlos al vacío y así tenerlos durante varios meses en mi despensa.
Esta receta es sencillísima, estará lista en poco más de media hora y será un acompañamiento perfecto para un plato rápido de pasta o para utilizar cuando se necesite.
Ingredientes:
1 kg de tomates.
2 ajos.
50ml de aceite de oliva.
1 cucharadita de postre de sal.
1 cucharadita de postre de azúcar.
Pimienta negra molida al gusto.
1 cucharada rasa de albahaca seca.
Lo primero que haremos será triturar los tomates bien limpios, yo los dejo como un “puré”, pero si te gustan los trocitos, también queda buenísimo.
En una cacerola pondremos el aceite y doraremos los ajos enteros. No dejaremos que se quemen, ya que la salsa perdería todo el sabor. En el momento que estén un poco dorados los sacaremos del aceite y echaremos el puré de tomate con la sal, el azúcar, la pimienta y la albahaca. Le pondremos una tapa y le daremos vueltas de vez en cuando para que no se nos pegue. Dejaremos que se cocine durante 30 minutos.
Ya tenemos nuestro tomate frito listo! Es hora de envasarlo!
Con nuestra salsa aún caliente, llenaremos los tarros de cristal que vayamos a utilizar hasta el borde. Los cerraremos bien y los introduciremos boca abajo en una cacerola grande llena de agua. Es importante que estén bien cerrados y que el agua de la cacerola les cubra por completo para que se haga correctamente “el vacío”. Llevaremos este agua a ebullición y dejaremos que hierva durante 15-20 minutos. Cuando haya terminado el tiempo apagaremos el fuego y dejaremos que se enfríe el agua con los tarros dentro (yo suelo dejarlos toda la noche).
Una vez fríos ya están listos para guardar en nuestra despensa!
Espero que os guste!