No me imaginaba que gustaran tanto en casa, por que volaron enseguida de la bandeja. Quedan muy tiernos y el licor acentúa su delicioso sabor. El olor que deja en la cocina, no os lo puedo explicar, solo sé que oí decir a una vecina, "algo bueno hace Rosa". Tengo costumbre de abrir la cristalera del lavadero cuando cocino, como no se tiende ropa en ese patio.
Ingredientes para 4 pax:
3 ó 4 membrillos
3 ramas de canela
100 g de azúcar moreno
2 vaso de agua
1 copa de coñac generosa
Elaboración:Pelar y lavar los membrillos.
Cortar por la mitad y descorazonar. Volver a cortar cada mitad en dos.
Ponerlos en una bandeja apta para el horno, añadir el vaso de agua, regar por encima de la fruta el coñac, espolvorear el azúcar moreno encima de cada pieza.
Poner las ramas de canela, cubrir con papel de aluminio e introducir en el horno previamente calentado a 200º C. calor arriba y abajo.
Hornear una hora y media a 180ºC. Comprobar que estén cocidos, pinchándolos con un palillo. ir mojándolos con su propio almíbar.
Una vez tiernos, retirar del horno. Para servirlos, poner por encima un par de cucharadas del almíbar, al que le guste y ya los podemos degustar.
Obsevaciones:Otras veces los preparo con la piel. Hay que lavarlos muy bien por la pelusa que tienen. Partidos por la mitad y hornear 2 horas para que queden tiernos.
También suelo poner anís estrellado o pincho clavos de olor en las piezas y espolvoreo con canela en polvo.
También es una opción, como acompañamiento de carnes de cerdo, aves, asados...
Espero cocinillas que si no lo habéis probado, haced y a ver que os parece, seguro que os gustarán.