Sé que ya hemos empezado el mes hace varios días, pero algunos hemos vuelto hace dos días de vacaciones y aún estamos intentando olvidar las vacaciones y adaptarnos de nuevo a la rutina.
Como ya te expliqué ayer yo únicamente tenía asignado un ingrediente principal a la comida de cada día de la semana pero algunas veces eso no es suficiente, y sobre todo nuestro problema eran las cenas, que se nos descontrolaban demasiado y acabábamos a última hora haciendo lo primero que encontraba en la nevera, tirando demasiado de pizzas o algunas noches ¡¡incluso cenando cereales de desayuno!!
Así que sigo con mi firme propósito de preparar menús, en nuestro caso tanto de comida como de cena, pero puede que tu solo necesites organizar las comidas ya que comas fuera de casa cada día.
Hoy quiero hablarte de los beneficios que tienen este tipo de menús, de los que todo el mundo que empieza a utilizarlos solo habla maravillas. Todos coinciden que las primeras veces cuesta prepararlos y que se hace bastante rollo el revisar la despensa y hacer listados de platos pero que cuando llevas varias semanas los beneficios compensan con creces y ya no puedes vivir sin ellos, además tienen el capacidad de empoderarte y hacer que te des cuenta que si eres capaz de crear y cumplir el menú eres capaz de lograr cualquier cosa que te propongas.
Empecemos:
Reduce el stress y evita males de cabeza al no tener que pensar cada día ¿Qué cenamos hoy?
Puedes planificar mejor las tardes ya que sabes de antemano cuanto tiempo necesitas para cocinar y que plato vas a preparar.
Sabes exactamente que ingredientes vas a necesitar.
Ayuda a conseguir una dieta más equilibrada y a evitar la comida basura.
Permite realizar comidas más variadas por lo tanto con un mayor aporte de nutrientes.
Ahorras tiempo, ya que aunque dedicas un rato al mes te ahorras los 5 minutos diarios delante de la nevera pensando que puedes preparar. Además permite ahorrar viajes al supermercado ya que sabes todo lo que vas a necesitar.
También puedes ahorrar tiempo dejando cosas preparadas de antemano, o hacer platos que se repitan (por ejemplo, albóndigas) que puedes un día cocinar para 2 veces y dejar la segunda ración congelada.
Ayuda a ahorrar dinero ya que al ir al supermercado tienes la lista de la compra con todo lo que necesitas y se evita tener que improvisar y comprar cosas que no se necesitan o que acaban estropeándose por casa.
Permite incorporar más ingredientes de temporada que además suelen estar mejor de precio y tener más nutrientes.
Como vemos todo son virtudes, únicamente nos falta repasar ciertos puntos que ya empezamos a ver ayer:
Para la primera semana debemos incluir los alimentos que tenemos por casa para evitar que se estropeen o caduquen.
Planeamos de lunes a viernes dejando los fines de semana libres ya que somos conscientes que muchas veces salimos, comemos con amigos o incluso aprovechamos todos esos restos que nos han ido quedando. Pero si en tu caso sales todos los digamos, miércoles, pues entonces deja vario ese hueco ya que sabes que no vas a estar en casa.
Ser realistas con nuestros horarios y la posibilidad de cocinar… si estás sola con los niños, llegas de extraescolares a partir de las 7 y normalmente cenáis a las 8 la cena ha de ser algo rápido de preparar (o algo que puedas dejar listo el día de antes). Esto lo digo por experiencia, al menos en mi caso el curso pasado era IMPOSIBLE conseguir hacer la cena a tiempo en días así. Cada uno conoce a sus hijos y dependiendo de la edad cambia mucho el panorama.
Si tienes niños y comen en el colegio, hay algunos comedores que facilitan a las familias una propuesta de menú de noche complementaria al menú del medio día, si es así, enhorabuena, ya tienes el menú preparado! En caso que no lo den, tendrás que coger el menú del medio día (siempre está disponible en la puerta del colegio o en la web del AMPA) y tendrás que combinar lo que comen con lo que prepares de cena, sino corres el riesgo que acaben tomando tortilla 2 veces el mismo día.
Ya que haces el menú intenta ser más consciente de lo que comes y eso te permitirá equilibrar mejor tu alimentación.
Incluye no solo el plato principal sino también el primero o la guarnición. A todos nos gusta en invierno cenar una carne a la plancha pero normalmente tomamos una sopa o puré de verduras calentito de primero y muchas veces acompañamos la carne con un poco de ensalada o unas patatas… todo eso ¡apúntalo! Piensa que del menú sacarás la lista de la compra.
En este menú no he incluido desayunos, media mañana, meriendas ni postres, ya que normalmente no es algo que planeemos mucho, en nuestro caso los desayunos de primera hora son bastante ligeros y luego comemos un bocadillo a media mañana, los postres suelen ser fruta en una comida y lácteo en la otra, y las meriendas de las niñas suelen incluir principalmente fruta. Así que la fruta y los lácteos es algo que compramos constantemente en casa, y solemos tirar principalmente de las frutas de temporada.
¿Vosotros como os organizais?.
¡Un abrazo!
Mónica Cook Slow