Más vale tarde que nunca, que dicen, pero me he quedado sin ordenador y de momento estoy compartiendo a ratos el de mi media naranja, de ahí este horario tan extraño de publicar la receta.
Si te gustan las recetas de pescado, acuérdate de ésta por favor, aunque la foto no le hace justicia.
Además de que está realmente espectacular, no te parece una receta elegante para sorprender a tus invitados?
La base, además de que la merluza sea fresca, es la salsa de bechamel con puerro que me encanta y ya he utilizado varias veces. Luego es tan sencillo como hacer el pescado a la plancha un poco solamente porque irá unos minutos al horno y terminaremos por gratinarlo con el picadillo que le pondremos encima. He usado anacardos que todavía me sobraban de la última receta, pero puedes ponerle almendras o avellanas, eso es a tu gusto.
Pues como ya te lo he contado todo, vamos con el paso a paso.
Ingredientes:
- 4 rodajas o lomos de merluza
- 1 puerro
- 1 cucharada de harina
- 30 gr. de mantequilla
- aceite de oliva
- 2 o 3 vasos de leche
- 1 ramita de perejil
- 2 rebanadas de pan de molde sin corteza
- un puñado de anacardos (o almendras)
- sal y pimienta negra.
Elaboración:
1. Lava el puerro y pícalo. Rehógalo unos minutos en una sartén con la mantequilla y una cucharada de aceite.
2. Añade la harina, tuéstala un poco y ve añadiendo la leche poco a poco según se vaya absorbiendo, sin dejar de remover. Sazona con sal y una pizca de pimienta negra. Esta bechamel la puedes poner en cazuelitas individuales o en una fuente de horno.
3. Dora el pescado a fuego fuerte, vuelta y vuelta (unos 30 segundos por cada lado nada más). Colócalo encima de la bechamel.
4. Remoja las rebanadas de pan de molde en un poquito de leche, escúrrelo bien y desmenúzalo con los dedos. Pica los anacardos y el perejil y junta con el pan escurrido. Reparte este picadillo encima del pescado.
5. Enciende el horno a 190ºC y cuando esté caliente mete el pescado cinco minutos. Luego enciende el gratinador y déjalo unos minutos más hasta que se dore por arriba.
Hasta el viernes, a la hora que sea...
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