Adoro la canción de Serrat, escucho su disco desde mi juventud una y mil veces, Mediterráneo. Su letra: Quizás porque mi niñez sigue jugando en su playa...... llevo su luz y su olor por donde quiera que vaya........jugando con la marea.....porque yo, nací en el Mediterráneo, naci en el Mediterráneo............. ¡ me identifico en cierta medida !
Mi pasión y afición por la mar tiene mucha base, empezó siendo muy niña, ya que nací y viví a un par de cientos de metros de la playa, me sentaban siendo un bebé en los chinorros del rebalaje, mis primeros juegos infantiles se desarrollaban junto al mar, mientras mi abuelo remendaba las redes, mis tios pescaban o ayudaban a hacer los espetos de sardinas en la playa.
Los veranos eran maravillosos, baños por la mañana y merienda en la orilla a media tarde, en invierno cuando pegaban las marejales a buscar conchitas, caracolas o cualquier otro “regalo” que tan generosamente nos daban las olas. Lo tenía fácil.
Con el paso de los años, pude navegar con mi marido por las costas malagueñas con una pequeña barca que el temporal se llevó (nos queda el motor).
El me enseñó a bucear, a “volar” en el interior del mar y poder admirar todas las maravillas que los mares encierran, a saborear una noche de pesca con cañas teniendo por techo el cielo y las estrellas en las cálidas noches malagueñas o a lanzarlas de día y estar pacientemente a la espera sentada en la orilla disfrutando de su inmensidad, de su olor y sus paisajes.
Recuerdo una vez más a mi familia, aquellos pescadores que también soñaban con el mar, a mi suegro que le inculcó el amor a la pesca y al buceo a mi marido y a él que con su paciencia, cariño y humildad me enseñó a ver la mar en toda su plenitud y belleza buceando y disfrutando casi cada dia de ella.
Quizás por todo ello, la cocina que hago prioritariamente y con más asiduidad es una cocina marinera, casi toda ella basada en los productos frescos de nuestros mercados, de nuestras costas; el mar es mi despensa, es todo un lujo comprar pescado casi “vivito y coleando” y a las dos o tres horas que esté cocinado en mi mesa, procurando siempre partir del recetario tradicional de mi familia, de los platos malagueños, aunque sigo aprendiendo e introduciendo platos y recetas nuevas, como ésta que hoy subo a “Mi cocina” virtual.
Prefiero comer pescado, a comer carne, e incluso verdura, además me gusta limpiarlo personalmente aunque he de reconocer que cuando son pescados de cierto tamaño le pido al pescadero me lo deje tal y como lo necesito.
En ésta ocasión fue una hermosísima pescada (merluza), que le pedí al pescadero me dejase limpios y enteros dos lomos, la espina y la cabeza aparte para un caldo y la parte de la cola en trozos para frita.
Al llegar a “Mi cocina” preparé los jugosos lomos con una rica costra de mayonesa con ajo al horno.
¿Como lo hice?
Precalentar el horno a 180º C
En una sartén echar un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra (de momento sigo usando de Riogordo (picual) malagueño) y poner los lomos de merluza por la parte de la piel durante uno o dos minutos para que se hagan un poco (hice este paso ya que eran gruesos y no me gusta el pescado crudo) . Salándolos al gusto.
Pasarlos a una fuente especial para hornear.
Mientras preparar una mayonesa:
En el vaso de la minipimer echar un huevo, una pizca de sal, un vaso de aceite de oliva virgen extra y un diente de ajo; meter el brazo de la minipimer a máxima potencia, aguantar unos minutos sin mover y a partir de entonces ir subiendo y bajando hasta obtener la consistencia deseada.
Picar perejil fr esco y agregarlo a la mayonesa.
Untarla por encima del pescado y meter en el horno hasta durante cinco o diez minutos, dependiendo del grosor del pescado y procurando que no se queme la costra de la mayonesa demasiado.
Espolvorear nuevamente con perejil picadito a la hora de emplatar.
Acompañar con tomates cherrys, salteados en una sartén con un poquito de aceite y una ensalada.
¡¡ Buen provecho, buen fin de semana y disfruten de Málaga aunque esté nublado y lloviendo como ésta tarde !! El mar cuando llueve está precioso....les dejo una bonita vista de la Catedral malagueña, en una noche nublada y con el mar encrespado, ese mar eterno, infinito, majestuoso, mi mar.....pintado por mi pintor malagueño favorito: mi suegro.