Aunque soy poco aficionado al pescado, de tarde en tarde, también se ha de comer pescado.
Aunque los fritos no son sanos, pero si muy ricos para mi paladar, podemos enmascarar un poco el pescado para los que no nos gusta su sabor, dándole una vuelta en la sartén primero, como realizaremos en esta receta.
Ingredientes (2 personas):
4 filetes de merluza congelada sin piel ni espinas
3 patatas medianas
300 cl de vino blanco (moriles en mi caso)
½ cabeza de ajos
Sal
Perejil fresco
Aceite
Harina
Preparación:
Salamos el pescado, podéis poner más especias si lo deseáis, pero con el majado de ajo y perejil ya queda bien.
Se cortan los filetes por la mitad y se enharinan.
Se fríen en abundante aceite, pero solo sellarlos, ya se terminaran de cocinar en el horno y los vamos reservando en un plato, colocándole debajo papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Peláis y cortáis a rodajas gruesas las patatas, en el aceite sobrante de freír el pescado o en la freidora, a fuego bajo, solo hasta que se reblandezcan, que junto con el pescado ya terminaran de cocinarse en el horno.
Mientras tanto, peláis e introducís en el mortero los ajos, un cucharadita de sal y perejil fresco (a falta de perejil fresco se admite perejil de bote).
Se machaca todo hasta formar una pasta.
Colocamos un chorrito de aceite, en la fuente que utilizaremos para hornear y servir, colocamos sobre el aceite las patatas semi fritas.
Sobre las patatas colocamos los filetes de merluza que teníamos reservados.
Añadimos el vino al majado y removemos bien para que se mezcle todo.
Volcamos sobre el pescado, con cuidado que quede el majado bien repartido.
Introducimos al horno unos 30-45 minutos a 160º, a partir de horno frío.
Servir calentito y hasta los enemigos del pescado se chuparan los dedos.