Esta receta que hago hace muchos años se ha convertido en parte esencial de mi dieta actual con la suerte de que en casa les gusta a todos y ese día puedo cocinar un solo plato. Pensé que ya la tenía publicada pero me he llevado la sorpresa de que no es así, de manera que aquí te la traigo porque tengas o no problemas de salud o necesites alguna dieta sin grasas, fundamentalmente está riquísima que es lo que cuenta.
En dietas pobres en grasas, dietas blandas o de protección biliar, la merluza es el pescado blanco más recomendado por su bajo contenido en grasas y por su fácil digestión, y al mismo tiempo tiene niveles parecidos de ácidos grasos omega-3 que el de los pescados azules pero sin las contraindicaciones de éstos justamente por la gran cantidad de grasa que contienen (buena si, pero no para estas dietas).
Las patatas cocidas tienen un alto contenido en fibra y en potasio que ayuda a controlar la hipertensión y al ser hidratos de carbono complejos mantienen a raya los niveles de azúcar en sangre.
La cebolla favorece la digestión en estómagos delicados, además de que un guiso sin cebolla es como un día sin pan, y aunque parezca una tontería, mejor utilizar agua mineral en vez de agua de grifo que puede contener demasiada cal y sabor a cloro que aunque no te lo parezca estropea el sabor final. Ya que vamos a cuidarnos, lo hacemos bien!
Ingredientes (4 personas):
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla grande
- 4 patatas grandes o el doble si son pequeñas
- 4 lomos de merluza fresca.
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- perejil fresco picado
- sal
- agua, la que necesite.
Elaboración:
1. Este tipo de dietas incluye una restricción muy grande de aceite al día (3 cucharadas soperas), por eso es imprescindible utilizar una cazuela antiadherente para reducirlo al mínimo y cocinar a fuego medio bajo. Yo he puesto en total 3 cucharadas de aceite para 4 personas.
2. Picamos el diente de ajo y lo sofreímos en la cazuela con el aceite a fuego fuerte sin que llegue a coger color, con un minutito es suficiente.
3. En seguida añadimos la cebolla cortada en juliana fina y bajamos el fuego para que se poche lentamente.
4. Pelamos y cortamos las patatas en ruedas de un dedo de grosor (si las pones más finas se romperán) y las añadimos a la cazuela cuando la cebolla esté pochada.
5. Sazonamos con sal y cubrimos con agua. Tapamos la cazuela y dejamos a fuego medio-bajo para que se hagan tranquilamente. Puedes utilizar caldo de pescado si prefieres pero es más suave con agua y sienta mejor.
6. Cuando veas que las patatas están casi hechas incorpora la merluza, sazona con sal los trozos y tapa de nuevo la cazuela para que se haga más rápido. No es necesario darles la vuelta, mejor mueve la cazuela con movimientos de vaivén, adelante y atrás y en 10 minutos con la tapa puesta, la merluza estará hecha. Para terminar añadimos un puñadito de perejil fresco picado.
Opcionalmente puedes añadir en cada plato un hilito de aceite de oliva virgen extra en crudo encima del pescado. Esto es mucho más recomendable que cocinar con más aceite y además le da un puntito estupendo para rematar el plato.
¡¡Nos vemos la semana próxima!!
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