Para el primero (porque hay y habrá más) me decidí por lo clásico con un giro sorpresa: jamón y queso, con un toque de mantequilla de cacahuete. Desde que probé esta combinación, aunque un poco más elaborada, en uno de los super bocatas del Quinta Avenida, en Zaragoza (que por cierto, me acabo de enterar de que cerró hace unos años, ¡qué pena!), no me resisto a ponerle un punto de matequilla de cacahuete a algo salado.
Ingredientes (para un sandwich):
– dos rebanadas de pan, en nuestro caso, de hogaza
– una loncha de jamón ahumado
– dos lonchas de queso cremoso cortado fino; nosotros utilizamos queijo da serra que nos trajimos de – una cucharadita de mantequilla de cacahuete (mejor casera)
– mantequilla para untar el pan
Instrucciones:
– untar las rebanadas de pan con un poco de mantequilla (y digo muy poco, que si no se pone todo perdido y el sandwich nos sabe sólo a mantequilla) por los dos lados
– colocar encima de una de las rebanadas el jamón y el queso y poner en una sartén antiadherente o plancha a fuego medio-alto y asar hasta que veamos que el queso se empieza a deshacer
– untar la otra rebanada con un poco de mantequilla de cacahuete y colocar sobre el resto del bocadillo
– dar la vuelta con cuidado de que nos se nos caiga todo el queso y repetir la misma operación por el otro lado; esta vez hará falta menos tiempo para tostar la otra rebanada
– servir y disfrutar
Paso a paso
Y así de fácil. Admite todas las variaciones del mundo, porque todos sabemos que el queso combina con cualquier cosa, y con una ensalada verde nos soluciona una cena de lo más rica.
¡Un saludo, queso-adictos!