entre CASI NULA y NULA DEL TODO
Mi vida entre fogones ha transcurrido, más bien, con los fogones apagados y bajo las faldas de las dos santas de las que soy devota: mi santa madre y mi santa abuela.
Es más, ni siquiera soy de la era de la vitrocerámica, directamente me incorporé a la inducción. ¡Qué gustazo!, mínimo esfuerzo para hacer desaparecer las consecuencias de mis "desastres", casi todos con tendencia a saltar por los aires.
Hubo un tiempo donde pensé que me podía gustar la cocina y que, simplemente, no había tenido tiempo para ejercitar mis artes culinarias. Me refiero a etapa instituto, universidad, vivir en casa de los padres...
Luego vino la época de hacerme mi propia comida, como corresponde cuando una vive sola. La verdad es que, teniendo en cuenta el tiempo que invertía entre prepararlo, comerlo y luego recoger y limpiar, me llegó a pasar por la cabeza la opción de: directamente, no comer.
La inversión en tiempo era descomunal. Encima, pasadas 4 horas volvía a tener hambre y vuelta a empezar. Pero claro, no comer, en mi caso particular, no es una opción. Sólo te diré que a mí se me conquista por el estómago. Afortunamente, mi personalidad absorbe gran parte de la energía que engullo, compensando así mis excesos en grasas, carbohidratos, etc...
Por no hablar de que cada vez que decido cocinar algo, SIEMPRE me faltan ingredientes clave. Me refiero a los perecederos, esos que mueren marchitos en una esquina de mi impoluta nevera, porque no los uso. Para evitar esta tónica tan desastrosa para mi economía, no los compro. Me decidí a hacerlo sólo cuando tuviera claro lo que quería preparar.
¿Cuál es la realidad?
Que cuando me decido por una receta o plato en particular, los compro, pero el 80 % de las veces, me entra una mala gana que, finalmente, los aparco en la nevera hasta el día de su juicio final. Sustituyo el plato casi siempre por leche y cereales. No soy el peor ejemplo, conozco gente que su plato sustitutivo en casos de vaguitis aguda son los chocapic con agua.
Pero voy más allá. Hubo otra época en la que creía que podía ser la repostera familiar. En todas las celebraciones de mi familia, cada núcleo familiar tiene su especialidad y eso es lo que aporta al evento. Cuando ya no vives con tus padres, tú pasas a ser un subnúcleo familiar, con el deber de aportar algo si acudes.
Yo juro que lo he intentado. Mis 200 familiares tienen muy buen comer, así que por mal que salga el invento, siempre se comen todo con mucho amor. Pero seguía sin salirme a cuenta, porque esto de mezclar ingredientes con la batidora, vigilar el horno e ir recogiendo y limpiando los cacharros, hacía que terminara con un dolor de piernas que me tiraba hasta la cintura. Como si hubiera ido a correr nosecuántos kilómetros.
Conclusión: mi aportación a celebraciones familiares sale de pastelerías, panaderías, boutiques del pan y sitios así... conservantes por un tubo.
Mis primas no hacen más que mejorar sus técnicas y sorprendernos a toda la familia con sus nuevas incorporaciones en materia de postres y a mí... a mí prácticamente están por volver a destinarme a la "mesa de los niños".
Sabrás que en las familias muy grandes, si no hay espacio para todos en la mesa, los niños comen primero y si hay espacio para poner una mesa auxiliar, casi siempre es donde se les sirve, para que luego no estén interrumpiendo a los mayores, mientras comen.
Pues ésta es la historia gastronómica de mi vida. Pero no me rindo. No la doy por perdida. Si tengo capacidades para sacar adelante otras cosas más complicadas, espero poder con esto algún día. Eso sí, luchando con el gigante de la pereza, que creo que es el peor de mis obtáculos, la verdad.
Vista la cercanía, casi palpable, de las fechas claves de comidas familiares navideñas, yo me he dicho:
¿Para qué posponerlo más?
Tienes un sinfín de compañeros bloggers de cocina en REDfacilisimo.com (click!) y día sí, día también, están subiendo recetas para todos los gustos, de todas las dificultades y precios.
¿Por qué no atreverte con alguna?
Eso sí: fácil, rápida, de no demasiados ingredientes, que tampoco sean caros y algo que siempre me pasa y me fastidia muchísimo, por favor, que los ingredientes existan en mi lado del planeta, porque hay cada ingrediente por ahí... que dicen que son básicos y yo no los consigo por ningún lado. Otra razón más para abandonar. Y luego dicen que cocinar relaja, a mí me pone de los nervios, ya desde el supermercado.
Bueno, al lío. He rebuscado un poco y he seleccionado 5 recetas dulces con las que, honestamente, yo me atrevería y que, además, me encantan. Si la cosa sale bien, que no prometo nada, subiré alguna imagen. Ahí van:
1. Tarta de Calabaza by Bakard
Supongo que la foto habrá sido tomada al poco de haberla sacada del horno. En el post donde Bakard nos explica el paso a paso, eso sí, son muy poquitos, nos muestra otra imagen de una porción lista para servir. Como tenía una especie de salsa o jarabe y a mí no me gustan mucho estas guarniciones dulces, por eso me he decidio por ésta.
Una vez, una amiga me hizo una tarta de calabaza. Resultó ser la mejor tarta de calabaza que he comido en mi vida y creo que la mejor tarta que podré comer jamás. Obvio, que no pudiera faltar la calabaza en este pequeño top 5 de recetas dulces y fáciles.
2. Tarta de Manzana by Ebeldur del Blog "Qué rico"
http://qurico.blogspot.com.es/
Me gusta mucho el lema de Fran Cabrera, el artífice de esta sencilla tarta de manzana:
"En lo Sencillo está la Creatividad"
Los pasos a seguir, también poquitos. Y los ingredientes, creo que no tendré que ir al súper a por alguno en especial, porque incluso yo los suelo tener por casa. Me he llevado una grata sorpresa. Quizá me atreva con esta receta primero, porque me encanta la manzana.
3. Tarta de Queso by Filomena
Si la anterior receta era fácil, ésta ni te cuento, porque cuenta con un vídeo explicativo de sólo 2 minutos 21 segundos. Como te lo cuento.
Por otro lado, Filomena, que se ve que nació para la cocina, nos regala 2 consejos fundamentales:
"usa la paciencia y el cariño, como 2 ingredientes más"
4. Pastel de Chocolate by Bycrina
http://www.bycrina.com/
Estaba claro, ¿no?. El chocolate aquí no podía faltar.
Los de Bycrina, porque son 2 componentes, han subido una receta bastante apetitosa y abordable, al menos para mí.
Tengo que reconocer que, de hacerla, me voy a saltar el paso de abrir el bizcocho por la mitad, una vez sacado del horno, y untar ambas partes con mermelada, para luego volverlas a juntar y cubrirlas con nutella o nocilla. Eso para mí, sería ingeniería mayor y podría ocurrir cualquier cosa con alguna de las partes. No quiero ni pensarlo.
5. Bizcocho de Plátano y Almendras by Cocky
Siendo de Canarias, donde la principal fruta cultivada y emblema de las islas son los plátanos, se entenderá que esta fruta esté presente en mi dieta casi a diario.
Por otro lado, es una sana fuente de energía inmediata y el complemento ideal durante la mañana. Tampoco podía faltar entre mis sabores dulces favoritos.
El resultado de esta receta me causa gran curiosidad, ¡será por plátanos en mi casa!
Y hasta aquí mi primer paso para retomar mi historia de amor con la cocina y tornarla alegre, ¡que ya va siendo hora!
Espero que, si te pasa como a mí, te atrevas a poner en práctica alguna receta y reescribir así, nuestra historia culinaria.
Siempre con love, hoy con love dulce,
Brujuleia ;-))))
Imágenes: Pinterest y Red facilisimo.com (pincha en cada imagen)
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