En esta ocasión, se me ha antojado realizar una de esas comidas que se han realizado toda la vida, para aprovechar el pan duro, que ahora tenía guardada en el libro del olvido, he de reconocer que hace tiempo que no las comíamos en casa, últimamente estamos abusando de las ensaladas.
Ingredientes (2 personas):
¼ kg de pan duro
3 chorizos frescos
1 cabeza de ajos
Aceite de oliva
1 cucharadita de orégano
Sal
Preparación:
El día anterior cortamos el pan a rebanadas y lo introducimos en un bol grande, cubierto de agua, dando unas vueltas de tarde en tarde, para que el pan se remoje bien.
Una vez remojado el pan, lo colocamos en un escurridor de verduras para que suelte el excedente de agua.
En una sartén amplia, echamos un generoso chorro de aceite, poniéndolo a calentar.
Desgranamos los dientes de una cabeza de ajos y los freímos, sin pelar, en el aceite.
Una vez fritos los retiramos a un plato.
Cortamos los chorizos a rodajas y les damos unas vueltas en el aceite, pero sin hacerlos mucho y los retiramos.
Agregamos el pan escurrido en la sartén donde hemos frito el chorizo y los ajos, bajamos el fuego, removemos, sazonamos y dejamos freírse, dándole una vuelta cada 10 0 15 minutos, alrededor de hora o hasta que las migas estén listas.
A media cocción (unos 30 minutos), agregamos los ajos.
Cuando las migas están casi hechas, añadimos el chorizo.
Comer calentitas.