Brócolis, espinacas, rúculas, escarolas. Están creciendo a velocidades que casi no nos permiten consumirlas. Menos mal que siempre hay familia alrededor dispuesta a llevarse unas hojitas de espinaca a su casa para la cena ;)
De modo que, con tanto brócoli en casa, últimamente lo cocino de formas muy variadas; también porque los cachorritos estaban aburridos de comerlo siempre igual y eso que es una de las verduras que mejor toleran. Eso de que sean arbolitos, muy vistosos, ayuda mucho, la verdad.
Y, como el reto "Color y sabor de temprada" versaba, este mes, precisamente sobre el brócoli, no podía dejar de participar y lo hago con esta receta que he llamado milhojas de brócoli y espinacas.
un brócoli mediano
un manojo de espinacas
4 huevos
2 o 3 lonchas de jamón serrano
un puñado de queso rallado para decorar (opcional)
aceite de oliva
2 dientes de ajo
En primer lugar, puesto que mis verduritas eran de huerto y no compradas, tenemos que lavarlas muy bien para eliminar toda la tierra que, sobre todo las espinacas, traen en las hojas. No sabéis la cantidad de arena que pueden llegar a tener, pero merece la pena, ¡están tan ricas!
Si las habéis comprado, casi es mejor que las lavéis también para que no queden restos de fertilizantes y demás productos químicos que se usan en las huertas "industriales".
Escurrimos bien las verduras y reservamos.
El brócoli lo partimos en trocitos pequeños.Ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén; cuando esté caliente, incorporamos los dientes de ajo pelados y partidos a la mitad; salteamos.
Cuando empiecen a dorarse, añadimos las espinacas enteras y rehogamos unos cinco minutos hasta que empiecen a arrugarse. Reservamos.
En un cuenco amplio, batimos dos de los huevos con una pizca de sal y añadimos las espinacas rehogadas, retirando los dientes de ajo.
Cuajamos como una tortilla de patata en una sartén grande. Tiene que salir una tortilla más bien fina.
Para darle la vuelta nos ayudaremos de un plato grande.
Colocamos la tortilla de espinacas en el plato que usaremos luego para servir y espolvoreamos con queso rallado.
Calentamos en el microondas, durante 10 segundos, las lonchas de jamón serrano y colocamos encima del queso rallado.
Batimos los otros dos huevos y mezclamos con el brócoli cortado bien finito. Volvemos a cuajar la tortilla, del mismo tamaño que la anterior. Para terminar, solo queda colocarla encima de la tortilla de espinacas y espolvorear de nuevo con queso rallado si nos apetece.
Se come recién hecho, calentito es delicioso, una cena súper completa, muy nutritiva y perfecta para la operación bikini.
El jamoncito, así, caliente, le da un toque genial, pero no es imprescidible. Si no queréis comer carne, por el motivo que sea, podéis prescindir de él.
Lo mismo pasa con el queso: en caso de intolerancias, alergias o similares, se puede prescindir del mismo.
Yo he cocinado el brócoli troceado bien pequeñito, directamente en la tortilla porque a nosotros en casa nos gusta la verdura al dente (crujientita, en el argot de los cachorritos). Pero si vosotros la preferís más blanda, basta con cocer el brócoli duarante un par de minutos antes de incorporarlo al huevo para hacer la tortilla. Recordad escurrilos muy bien después.
Ya os he comentado que con este plato participo en la edición de marzo del reto "Color y sabor de temporada", dedicado al brócoli y a las fresas, así que no os perdáis el resto de las propuestas si es que os habéis quedado sin ideas para cocinarlos.
¡Feliz domingo!