Normalmente cuando hago tartas de queso para compartir, suelo hacer una tarta al uso (esas cosas redondas y grandes que se cortan en porciones). Pero, en esta ocasión, quería hacer tartitas de queso individuales porque las he llevado al trabajo, y es menos engorroso para todo el mundo: cada uno coge su tartita, y voilà, ni hay que cortar, ni necesitas plato, ni nada de nada.
Así nacen estos mini cheesecakes, que son súper prácticos y que han encantado a todo el mundo en mi ofi, los he dejado sobre la cocina, me he ido a una reunión, ¡y al volver ya no quedaban! Así se empieza bien el día, no me lo vais a negar, tanto las personitas que se los han comido como yo, que me encanta compartir dulces
Para que sean más fáciles de comer, he usado papelitos de estos para magdalenas o cupcakes, y entonces se podían consumir directamente de ahí, sin ensuciarse.
El sabor es súper rico, suave y a gusto de todos, incluso para aquellas personas a las que les gustan menos las tartas de queso. Yo por encima he puesto mermelada de fresa y fresitas troceadas, pero podéis decorar vuestros mini cheesecakes como más os guste.
Respecto a las cantidades, a mí me ha dado para 12 mini cheesecakes, de tamaño individual, con una textura riquísima.
Y si estamos creativos, podemos darle un toque personal con un poquito de canela o cacao en polvo
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Mini cheesecakes con fresas - saludables y sin azúcar
Tiempo de preparación 15 minutos
Tiempo de cocción 45 minutos
Raciones 12 cheesecakes
Calorías 51.7kcal
Autor Noelia Herrero
Ingredientes
250 g queso crema tipo Philadelphia
150 ml yogur natural o griego sin azúcar
2 huevos M/L
1 cda sucralosa en polvo o edulcorante al gusto
100 g fresas limpias sin pedúnculo
60 g mermelada de fresa sin azúcar
Elaboración paso a paso
En un bol, batimos los huevos junto con el queso crema, el yogur y el edulcorante.Vertemos la mezcla sobre moldes para magdalenas, y horneamos durante unos 45min a 180ºC, con el horno previamente precalentado.
Dejamos atemperar sobre una rejilla para que el papel no coja humedad, y luego enfriamos por completo en la nevera.
Repartimos la mermelada, una cucharadita aproximadamente en cada mini cheesecake.
Troceamos las fresas y las colocamos crudas por encima si lo comemos al momento, o hervidas con un poquito de agua si son para el día siguiente.
¡Y listo!