Llega el 25 de septiembre, una fecha muy especial, ¿saben por qué? Porque después de dos meses de vacaciones, mis compis y yo nos reunimos nuevamente para el reto Una galleta, un cuento que tiene por tema La ratita presumida, elegido por Lidia del blog Nunca es demasiado dulce que ha ganado con unos cupcakes que son los más hermosos que se puedan imaginar.
No conocía este cuento y este reto va resultando fuente de inspiración para buscar nuevas historias y probar nuevas recetas, lo leí y para serles sincera, no se ha colado en mis favoritos, el personaje de la ratita me parece desagradable y presumida, el ratoncito tampoco me encanta porque es muy bueno y siento que la ratita no lo quiere como se merece; y termine más bien encariñada con el gato que aunque era el malo del cuento, estaba en su papel de devorador de ratas por naturaleza, ¿que no?
Para esta edición del reto me decidí por un sencillo mousse de fresa, que es similar a la palabra mouse que en inglés es ratón, es decir hice un juego de palabras con mi postre y el cuento, por supuesto de queso, porque se supone que es el favorito de los ratones, habrá que preguntarles, jaja. La fresa es por el listón rojo que compró la ratita.
Ingredientes:
1 taza de fresas
100g de queso ranchero
1/2 litro de leche
1/3 taza de azúcar
2 cucharaditas de maicena
1 1/2 cucharaditas de grenetina
1 cucharadita de vainilla
12 galletas maría,
95 gramos de leche condensada
Vamos a poner a coser las fresas con 1/3 de taza de agua (dejamos algunas fresas para decorar) y 2 cucharadas de azúcar. Cuando hiervan las aplastamos con un tenedor. Colamos las fresas y el jugo lo ponemos a la lumbre con la maicena. Lo dejamos hervir 10 minutos removiendo constantemente para hacer una jalea.
Con los trocitos de fresa hacemos una pasta revolviendo con trozos de galleta. Colocamos un poco de esta masa al fondo de un vaso y llevamos al congelador por unos 30 minutos.
Para hacer la gelatina, ponemos a hervir la leche, vainilla y grenetina con el resto de azúcar y lo dejamos hervir a fuego bajo por 5 minutos. Una vez enfriado llevamos a refrigerar.
Aparte licuamos el queso ranchero con la leche condensada, si lo desean pueden añadir dos cucharadas más de azúcar.
Sacamos la gelatina del refrigerador antes de que se cuaje por completo y batimos hasta que tenga una consistencia esponjosa. Poco a poco añadimos el queso que hemos licuado, ponemos sobre la mezcla de las galletas que teníamos en el congelador y dejamos cuajar en el refrigerador.
Antes de servir decoramos con una fresa y encima colocamos una cucharada de jalea.
Pero no me hagan mucho caso, aquí está vídeo donde se puede apreciar el procedimiento.
Les dejo una hoja imprimible con la receta para que anexen a su recetario si así lo desean. Y no se olviden de visitar el blog de Patty donde está el recopilatorio con todas las ideas deliciosas que han preparado mis compis para este cuento,
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